Antonio Corripio, empresario y vocal de la Cámara de Comercio, tomará posesión de la presidencia el Real Grupo de Cultura Covadonga el próximo sábado tras vencer a Armando Menéndez en unas elecciones reñidas. La mayor entidad deportiva de la región iniciará así una nueva etapa con cambios en su gestión.

-Ya esperaba un resultado ajustado. ¿Por qué?

-Porque es muy difícil ir contra la maquinaria. Veníamos desde atrás, empujando muy fuerte. Creo que el tema de las redes sociales fue nuestro y tuvimos una buena estrategia. Sabíamos que necesitábamos apretar en todos los campos para llegar a un resultado igualado. Y al final fue un resultado un poco más amplio de lo que esperábamos.

-¿Teme que haya una división en la masa social?

-Puede que ahora haya esa percepción pero nuestra idea es la de escucharlos a todos y aportar soluciones; y que, sin salirnos de nuestro programa , todos los socios, o por lo menos una inmensa mayoría, se vean identificados.

-¿Va a hacer algún guiño a la otra candidatura?

-Por supuesto. Tengo que volver a felicitarles por el gran trabajo que han realizado, porque ha sido una campaña en todo momento limpia, honesta, de camaradería entre socios grupistas. Ellos se han ofrecido a ayudarnos y nosotros vamos a coger ese testigo y contar con ellos.

-¿De qué manera?

-Lógicamente les vamos a llamar y explicar qué parte de su programa, que tantos socios han votado, podemos incorporar o adaptar, siempre basándonos en cuatro principios irrenunciables: transparencia, participación, innovación y, sobre todo, gestión menos presidencialista.

-Ha hecho mucho hincapié en eso del presidencialismo.

-Sí porque no tiene sentido que el presidente sepa de todo. Es imposible, no puede recaer esa responsabilidad ni en el presidente ni en la junta directiva. Uno de los deberes principales de la junta directiva es el de la representatividad del club y marcar las directrices en las que creemos que debe ir encaminado. Pero a partir de ahí debe ser la totalidad de la junta directiva y de las comisiones que constituyamos las que tengan capacidad y autoridad.

-¿Tiene diseñada su junta?

-Ya tenemos elegidos todos los cargos. Lo único es que nos gustaría incorporar a algún socio más y que haya al menos una persona del extinto Centro Asturiano, colectivo con el que personalmente no tenemos tanta relación, por mucho que hayan dicho. Los conocemos, porque vinieron y hablamos con ellos para ofrecerles formar parte de una directiva del Grupo, pero necesitamos un mayor acercamiento.

-¿Y no puede dar algún nombre?

-Al representante del extinto Centro no lo tenemos seleccionado todavía. Puedo decir que quien me va a acompañar como vicepresidente es una persona con la que tengo una gran amistad y a la que tengo un gran respeto profesional, Jorge Morán (presidente del Grupo Comunicalia), que va a ser vicepresidente primero.

-Dice que el proceso electoral ha sido limpio, pero ha habido impugnaciones, denuncias de la comisión electoral...

-Son temas que surgen en el día a día, alguien tiene una duda y no tiene otra forma de presentarla que con un escrito de impugnación. Pero eso no quita para que el proceso haya sido completamente limpio, además no se ha enquistado ni judicializado, ha habido sobre todo muy buen ambiente entre las dos candidaturas. Pongo la mano en el fuego por que el proceso ha sido absolutamente limpio.

-Al final fue decisiva la participación de socios llegados del Centro Asturiano.

-Fue importantísima. Estamos encantados de que hayan confiado en nosotros, al igual que los otros socios porque la participación de los del Centro fue muy elevada pero nos votaron más de 3.000 socios. Ha sido la candidatura más votada en unas elecciones grupistas. Nos avala no sólo pensar que nos han votado antiguos socios del Centro Asturiano, que para nosotros es un privilegio, sino socios del Grupo que están pidiendo cambios.

-¿Teme una brecha entre exsocios del Centro y otros más veteranos del Grupo?

-Estoy seguro de que vamos a conseguir una integración normal, porque además el socio grupista de siempre está un poco cansado de tanto lío. En cuanto vea las oportunidades que genera la fusión, con nuevas sedes... Aunque no les guste ir a las nuevas sedes, verán que libera espacio en Las Mestas.

-¿Teme que haya ahora alguna impugnación?

-Si la hay, se resolverá. Pero respecto a la otra candidatura en el proceso, no tengo más que aplaudirles y felicitarles, al igual que a la nuestra.

-¿De cuántos grados será el giro en el Grupo?

-Tampoco es tan grande. El Grupo necesita un cambio exclusivamente en la gestión: de recursos, espacios, económica y financiera y laboral. Nos extraña que una entidad con 150 personas en plantilla no disponga de un departamento de personal específico y tenga algo tan sensible como las nóminas externalizado.

-¿Cuáles son las primeras medidas que va a adoptar?

-La primera es preparar las asamblea a la que obliga el reglamento antes del 30 de abril, en la que está la presentación de las cuentas, las cuotas, el coste de los cursillos, la aprobación del presupuesto. Es una asamblea importante y un paso prioritario. Luego hay otros temas encima de la mesa, como el del Centro Asturiano. Me gustaría iniciar negociaciones para acabar con la litigiosidad.

-Es decir, zanjar todos los procesos judiciales.

-Sí, ya basta de gastar en abogados. Lo sabremos cuando entremos, pero se habla de gastos cercanos al millón de euros. Nos parece una auténtica barbaridad. Se podría haber invertido en tantas cosas en el Grupo...

-El gran reto es el espacio.

-Como desconocemos la situación económica lo que hicimos fue un proyecto de aprovechamiento de lo que hay, apertura de las sedes que tenemos y reorganización de espacios.

-¿En cuánto tiempo estiman poner en funcionamiento las sedes de Mareo y Begoña?

-Si por nosotros fuera, estarían abiertas desde ya, pero debemos visitar las instalaciones para comprobar que cumplen todos los requisitos de seguridad. Sólo puedo decir que a la mayor brevedad posible.

-¿Irán invirtiendo en ellas?

-Antes de hacer inversiones habrá que hacer un estudio, porque no vamos a hacer inversiones de una en una, sino una global, que presentaremos a los socios.

-En Mareo quieren instalar una parte más social y familiar.

-Sí, por las posibilidades que tiene para hacer campamentos, actividades para familias, piscina en verano... Hay que hacerlo atractivo para los niños. Al llevar allí los niños le acompañan los padres y si quieren realizar allí alguna actividad deportiva hay gimnasio, piscina, pistas de tenis, de pádel... Y al desplazarse socios a Mareo liberamos espacio en Las Mestas.

-¿Y para la sede de Begoña?

-Debe ser la sede institucional, liberando de Las Mestas, por ejemplo, el salón de actos para coros y danzas... Y vamos a hacer también un centro social para veteranos, porque, aunque debemos disfrutar todos, son los que han escrito las páginas mas doradas de este club.

-¿Y las oficinas se irían a Begoña?

-No, creo que deben seguir en Las Mestas, que continuará siendo el centro neurálgico.

-¿Cómo piensa profundizar en la ofensiva por el Chas?

-El mes que viene tienen elecciones y una vez que haya una junta directiva retomaremos conversaciones y vamos a preguntarles cuáles son sus intenciones, porque es una entidad vecina y amiga y queremos respetar las decisiones que vayan a adoptar. Y si vamos todos en la misma línea, tenemos un mandato de la asamblea de comprar del Chas.

-¿Y la finca La Torriente?

-Sufrimos un desconocimiento total. Cuando sepamos qué usos tiene, le daremos una aplicación.