I. PELÁEZ

"Anteponer la misericordia al juicio". Son palabras del Papa Francisco pronunciadas, a modo de saludo a los fieles de cara al Año de la Misericordia, tras la apertura de la Puerta Santa que dio inicio al jubileo que se desarrolla este año. Gijón tiene ante sí una oportunidad idónea de participar de estas palabras del Santo Padre y resarcirse de sus pecados frente a la procesión vía crucis del Santo Cristo de la Misericordia y de los Mártires que hoy protagoniza este Jueves Santo.

La Ilustre Hermandad de la Santa Misericordia toma el testigo en las procesiones de la Semana Santa. Una agrupación fundada en 1784 y cuyo emblema es una cruz flordelisada de la Orden de Calatrava en color rojo sobre campo blanco. Esta hermandad, que cuenta con Ignacio Alvargonzález como hermano mayor de la misma, lleva por hábito una túnica y guantes blancos, capillo o capirote y fajín negros, capa en color hueso con el emblema de la hermandad bordado en rojo sobre el costado izquierdo a la altura del pecho. Lucirán sus mejores galas para recoger el testigo de Su Santidad en el Año de la Misericordia. Ellos serán los encargados de transportar sobre sus hombros el paso del Santo Cristo de la Misericordia y de los Mártires, que además es el emblema del cartel anunciador de este año de la Semana Santa de Gijón.

Como novedad en esta cita las voces en la oración del vía crucis irán acompañadas por unas grandes bocinas que, si bien el año pasado no llegaron a tiempo para celebrar las dos décadas desde que se retomaron las procesiones en Gijón, relucirán puestas a punto para su estreno en la ciudad y acompañar así al Santo Cristo de la Misericordia y de los Mártires. El recorrido, en cambio, no dista de otros años. Su salida será desde San Pedro a las ocho de la tarde para luego desarrollar el vía crucis por el Campo Valdés, el paseo del Muro, las calles Ventura Álvarez Sala, Melquíades Álvarez, Trinidad, la plaza del Marqués, los Jardines de la Reina, las calles Corrida, San Antonio, Instituto, Martínez Marina, San Bernardo, Ventura Álvarez Sala, el Muro, Campo Valdés y regreso a la iglesia parroquial de San Pedro.

La programación del Jueves Santo tendrá como preludio la solemne institución de la eucaristía, a las seis de la tarde en San Pedro, y de epílogo, a las 22 horas y en el mismo lugar, se celebrará la hora santa, abierta a todos los fieles.