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Sin barricadas contra el amianto

Arcadio Fente, la última víctima del asbesto reconocida por los tribunales, fue uno de los dirigentes de CC OO en Juliana contra la privatización

Arcadio Fente, en el centro, durante una de las movilizaciones de 2004 contra la privatización de Izar Gijón, en la avenida Príncipe de Asturias, para prender una barricada.

La Organización Mundial de la Salud estima que entre 2015 y 2030 se habrán producido 40.000 muertes en España y 300.000 en toda la UE sólo por uno de los varios tipos de tumor relacionados con la inhalación de amianto (también denominado asbesto). Una estadística en la que no se incluyen ni las muertes que el trabajo con este material aislante ha producido hasta la fecha, como el de Arcadio Fente González, veterano sindicalista de Izar Gijón (la antigua Juliana Constructora Gijonesa) quien falleció en julio de 2014 por un carcinoma de pulmón. El Tribunal Supremo acaba de reconocer ahora a su familia el derecho a una indemnización de 446.000 euros por parte de Izar, debido a la falta de medidas de prevención en el astillero gijonés.

Fente se jubiló como maestro calderero, en 2010, formó parte del comité de empresa por CC OO desde los años 80 del siglo pasado. Le tocó bregar, junto a sus compañeros, contra los sucesivos intentos de privatización del astillero, que lograron frenar en dos ocasiones, en 1999 y 2004, con duras movilizaciones, aunque dos años después Izar acabaría privatizándolo, a la tercera. Fente siempre estuvo en primera linea, lo que le valió una condena judicial por los disturbios que los trabajadores de Juliana provocaron en el centro de Gijón en diciembre de 1999. Pero el mayor peligro no estaba en las barricadas callejeras, sino en las que faltaban dentro de la factoría contra un agente cancerígeno: "Aunque se había prohibido en 2002, el amianto se seguía usando a lo zorro en los barcos y lo mismo en otras industrias, como Ensidesa", señalaba ayer un antiguo compañero de filas de Arcadio. Un peligro con el que Fente había convivido, sin saberlo, durante décadas, desde que entró como aprendiz en el astillero con 16 años.

Por su significación sindical en los años de lucha, Arcadio Fente es quizás la víctima del amianto más conocida, pero no la única. Su fallecimiento es el sexto de un trabajador de Juliana Constructora. Esos son sólo los fallecidos afiliados en ese astillero a CC OO, el sindicato que en Asturias más demandas ha presentado por muertes relacionadas con el amianto, con el que están relacionados tumores de pleura, pulmón y laringe, reconocidos como enfermedades profesionales.

El uso del amianto se prohibió en España en 2002. Hasta entonces era frecuente su empleo como aislante térmico en los astilleros, en la siderurgia, en la construcción, en los ferrocarriles, en centrales térmicas, en talleres de calderería, en la industria química y en numerosas industrias. Las enfermedades relacionadas con el amianto tardan varias décadas en aflorar después de la inhalación de sus fibras. Unos 2.200 trabajadores y jubilados asturianos de los sectores de más riesgo tienen que someterse a reconocimientos médicos periódicos por ese motivo. Un riesgo en el que no sólo están ellos, sino también sus familias, tal como ha reconocido el Tribunal Supremo a mujeres de trabajadores del naval gallego, que se contaminaron con el amianto que llegaba a sus casas en las prendas de trabajo de sus maridos. CC OO considera que el riesgo afecta, incluso, a los vecinos de las instalaciones en las que se usó amianto.

Hasta la fecha ya se han reconocido decenas de casos de enfermedades mortales relacionadas con el amianto en Asturias. Además de los 6 fallecidos de Juliana, al menos a otros 10 trabajadores de Naval Gijón también les toco, ocho ya fallecidos.

Arcelor, Duro Felguera o la fábrica de Tenneco en Gijón son algunas de las empresas en las que también ha golpeado el uso del amianto.

Actualmente, alrededor de 40 asturianos tienen reconocida su enfermedad profesional por amianto. En algunos casos es la propia Seguridad Social quien lo reconoce. En otros hay que acudir a la vía judicial y también hay situaciones en las que el enfermo fallece sin que se atribuya su muerte al amianto. Suele ocurrir con los fumadores, indican desde la CSI, dado que la Seguridad Social tiende a atribuir al tabaco la causa de la muerte. Pero no siempre es así. La familia de uno de los afiliados de esta central en Naval Gijón, a los que los tribunales también reconocieron recientemente que falleció por amianto, pudo probarlo en los tribunales gracias a que se le practicó la autopsia, en la que se hallaron fibras de amianto en sus pulmones.

El problema de salud por el uso del amianto es grave y va a crecer en los próximos años. De los 23 casos de cáncer declarados de origen laboral en España en 2015, 19 tienen que ver con el amianto. CC OO estima, que la cifra real de tumores por exposición a contaminantes en el lugar de trabajo fue de unos 9.000 en España ese año tirando por lo bajo, dado que diversas "estimaciones científicas" atribuyen a causas laborales entre un 4% y un 10% del total de nuevos tumores, que en 2015 ascendieron a 215.534 en España.

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