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JACINTO PIDAL | Jefe de paso de costaleros de la Santa Misericordia

"La esperanza es que todo salga bien aunque lleguemos cansadinos"

"Estamos muy compenetrados porque llevamos años procesionando juntos"

Jacinto Pidal. ÁNGEL GONZÁLEZ

Desde que hace veintiún años se restablecieran las procesiones en Gijón, Jacinto Pidal no ha faltado a su cita de jefe de paso de costaleros en la Ilustre Hermandad de la Santa Misericordia. Su labor es guiar a todos sus compañeros penitentes, dirigiendo y sujetando el trono. En Jueves Santo hace las veces de capataz en la procesión vía crucis del Santo Cristo de la Misericordia y de los Mártires. Velando por la seguridad de la imagen durante todo el recorrido por las calles de Gijón.

-¿Cuántos años lleva de forma activa en la Semana Santa?

-En Semana Santa desde que se restablecieron las procesiones no he faltado. Pero llevo alrededor de unos 45 años como costalero en la Virgen de los Remedios y la Soledad, en las fiestas del barrio, que llamo yo.

-¿Cuál es su función en la procesión del Jueves Santo?

-Soy jefe de paso de costaleros. Mi función es estar atento a todos ellos, pendiente de si van cansados, de si piden hombro. O si piden horquilla, que llega cuando están cansados. Entonces paramos y descansamos un poco el paso y ya volvemos al hombro para continuar.

-¿Dónde se ubica usted dentro del paso?

-Me sitúo en la parte delantera del paso, cargando, en el centro para poder guiar bien al Santo Cristo de la Misericordia y de los Mártires.

-¿Le ha hacen caso los demás penitentes?

-(Risas) Me suelen hacer caso todos porque estamos muy compenetrados porque llevamos muchos años procesionando juntos. Aunque este puesto en la procesión siempre es importante porque todos los años se suman nuevos costaleros a nuestra hermandad, que por ser su primera vez puede que no sepan llevar el paso o les falte destreza para ir a la vez que el resto. De eso se trata, que haya alguien que marque el paso, alguien sepa guiarlos. Para ello hay que estar muy atento.

-Tiene un puesto muy importante dentro de su agrupación, ¿no?

-Aquí el jefe es Ignacio Alvargonzález. Es el hermano mayor de la Hermandad de la Santa Misericordia. Él es el que manda, yo soy de los peones y no entro en esas labores de dirección y organización.

-¿Qué siente con esa responsabilidad?

-Mucha satisfacción. Nuestra esperanza es que todo salga bien porque así es como nosotros estamos contentos. Aunque también lleguemos cansadinos después de la procesión porque aunque parezca que no, pesa, pesa.

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