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La Figura de la Semana | ANTONIO CORRIPIO | PRESIDENTE DEL REAL GRUPO DE CULTURA COVADONGA

Un hombre tranquilo entre números

Nieto de chigrero, la contabilidad le fascinó y emprendió su camino desde cero

Un hombre tranquilo entre números

Si el Grupo ya era su segunda casa, ahora será también su lugar de trabajo. Antonio Corripio, flamante presidente grupista, pasará ahora más horas en las instalaciones de Las Mestas. Todavía más, porque este empresario de vida muy familiar ya lleva años madrugando para ir al Grupo a hacer ejercicio, comiendo muchas veces en su cafetería y disfrutando tardes enteras con su mujer e hija.

Nacido en el hospital de Jove el 12 de enero de 1970, este socio con el número 21.480 -cifra que no es más baja porque no tuvo más remedio que interrumpir durante unos años su condición de grupista- se ha hecho a sí mismo. Aunque algunos cuenten que le facilitaron las cosas una herencia de su abuelo, que regentaba la sidrería Casa Corripio en el barrio de El Carmen, quienes más lo conocen aseguran que se ha labrado su propio camino.

No es precisamente Antonio Corripio un hombre de chigre. Trabajo y familia le ocupan un muy alto porcentaje de su vida. Con el Grupo siempre como escenario principal. Hijo de un perito de Ensidesa, también llamado Antonio, y su esposa, Ana, tiene dos hermanos menores que él, Hugo y Jonás. Todos se criaron en la calle Campo Sagrado, junto al colegio de La Inmaculada, donde se formó el nuevo presidente grupista.

Los tres entrenaban a judo y disfrutaban del Grupo, pero hubo un momento en que sus padres les obligaron a elegir entre judo o grupismo. No había recursos para tanto. Antonio, al que este arte marcial le entusiasmaba, optó por ese camino. Dejó de ser socio del Grupo, pero en cuanto ahorró lo suficiente -más de las antiguas cien mil pesetas- volvió a entrar.

No es el caso de su mujer, Alejandra Fernández Anta, quien será vocal en su directiva y tiene el número de socia 3.130. Es decir, lleva una larga e ininterrumpida trayectoria en el Grupo. Se conocieron en la Universidad de Oviedo, en su primer año de carrera. Antonio empezó Derecho, y ella hacía Empresariales. Pero al ahora empresario le encantaba la contabilidad, e incluso la estudiaba con su novia. Se cambió a Empresariales. De hecho, lo de echar números le sigue fascinando.

Cuando Antonio terminó Empresariales, Alejandra seguía en la carrera porque trabajaba a la vez que estudiaba. Él le daba clases particulares en casa de los padres de ella. El vínculo que generaron fue muy fuerte.

Tras trabajar en una asesoría ovetense junto a su tío, el nuevo presidente grupista montó hace dos décadas su propio negocio: AC Servicios, que lleva sus iniciales. Comenzó siendo autónomo y ahora es una sociedad limitada con más de medio centenar de trabajadores. Se dedica al sector asistencial: servicios sociosanitarios, ayuda a domicilio, enfermería, atención domiciliaria, gestión de centros de día?

Y en ello tuvo mucho que ver la madre de Antonio, que ya de mayor se sacó el graduado social y estudió carrera. Ella se orientó hacia el trabajo asistencial y colaboró con su hijo en los primeros pasos de su empresa. Se complementaban bien: una madre con conocimientos sociosanitarios y un hijo bueno en los números. Así creció AC Servicios.

Antonio Corripio ahora es vocal de la Cámara de Comercio y fiel a su actual presidente, Félix Baragaño. Desde hace un año su mujer también trabaja junto a él en la empresa, con sede en Marqués de San Esteban. Antes de tener a su hija, comían en el Grupo todos los días y luego volvían por la tarde. Pero ahora está Irene, de cuatro años. Otra grupista más que disfruta de cursillos de natación y de la ludoteca en Las Mestas. La familia la completan el perro, "Dinki", un Mini y una Vespa.

"Él es una persona como se le ve, muy tranquilo y muy trabajador. Cuando se fija un objetivo nunca se da por vencido. Tiene genio pero se controla mucho", cuentan los más cercanos. A ello añaden que es "muy sencillo en sus gustos y nada de excesos".

Aunque de vez en cuando no vienen mal. Antes de que naciera Irene, Antonio y Alejandra fueron a Roma a correr una maratón. ¡Tardaron más de cinco horas! Pero claro, la completaron con toda la calma del mundo al ver que en cada avituallamiento había mucha comida. Las malas lenguas cuentan que engordaron en esa carrera.

Dicen de Corripio que es muy demócrata y que si hubiese perdido las elecciones a presidente grupista no se hubiese vuelto a presentar. Tanto él como su mujer votaron en su día en contra de la fusión con el Centro Asturiano. Sin embargo, le debe buena parte de su victoria en las urnas al voto a favor de los nuevos grupistas procedentes de la institución con sede en Mareo. "Ante todo es demócrata y si en su día la asamblea aprobó la fusión, hay que respetarlo. No vale que la anterior directiva hiciese luego otra asamblea para invalidar el resultado de la anterior", argumentan sus defensores. Por eso, dicen, ahora ve la parte positiva de la fusión y la oportunidad de los terrenos absorbidos de Mareo y Begoña. Le queda una ardua tarea por delante para ponerlos en funcionamiento. Pero por echar horas en el Grupo, seguro que no será.

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