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Precios más bajos y dificultades de aprovisionamiento, consecuencias de la crisis

La empresa exporta a Austria y Alemania el aluminio que extrae de los automóviles

En los años de bonanza, antes de la crisis, en la factoría se llegaron a triturar 15.000 toneladas mensuales de vehículos fuera de uso. Ahora, menos de la mitad, de 6.000 a 7.000 toneladas porque "con la crisis ya no se compran tantos coches; la gente aprovecha más el viejo. Antes se cambiaba de coche cada cuatro o seis años, ahora cada diez o doce", explica Daniel Langer, gerente de la empresa.

Otro efecto de la crisis ha sido la caída de los precios de la chatarra. "Entre 2008 y 2009 los precios cayeron alrededor de un 40%. Permanecieron estables en esos niveles hasta 2011 y volvieron a subir el año siguiente. Pero en 2015 volvió a haber otra caída acusada, de entre el 40% y el 50% del precio de las materias primas y así han quedado hasta ahora", lamenta Langer. La empresa repercute esas fluctuaciones del precio en sus proveedores.

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