El pasado sábado se cumplieron siete años de la desaparición de Pedro Matías Sánchez Riesco, vecino de La Calzada y que en la actualidad, de estar con vida, tendría 38 años. La familia del desaparecido, oriunda de Toro (Zamora) no ha vuelto a saber nada de Matías Sánchez, desde que el 26 de marzo de 2009 saliera de su casa para tomar algo con unos amigos y compañeros de trabajo, a los que abandonó después de una comida, aquel mediodía, para dirigirse a la Campa Torres, sin que volviera a saber más de él.

La Policía realizó varias batidas de búsqueda en la zona, infructuosas. El teléfono móvil del entonces joven permaneció apagado. Ni se localizó al desaparecido ni tampoco ninguna de sus pertenencias personales, ni prueba alguna de cuál podría ser su paradero.

Sus familiares ya le dan por fallecido pero esperan "poder encontrar su cuerpo para darle una despedida digna". La Policía Nacional no ha dejado de buscar. El caso no se cierra pero tampoco avanza.

En el momento de su desaparición, Pedro Matías Sánchez Riesco vestía unos pantalones vaqueros, un chubasquero gris con una franja naranja y un jersey del mismo color, además de unos playeros de color gris. De complexión atlética, su estatura es de 1,68 metros de altura. Aquel día, según relató un amigo, estaba "cabizbajo".