El Ayuntamiento se ha marcado como objetivo que el nuevo plan de movilidad sirva para construir una ciudad más saludable. Por eso los responsables del área de Tráfico municipal han incluido en sus peticiones para la empresa que resulte adjudicataria de la redacción del documento la puesta en marcha de medidas que potencien el uso compartido de vehículos y entre las que se incluye el denominado "carsharing", un modelo que funciona desde el pasado noviembre en Madrid. Allí el gobierno de Manuela Carmena puso a disposición de los conductores 350 coches eléctricos que se pueden utilizar por horas dentro de los límites de la M30.
La idea pasaría por hacer algo similar en Gijón, una ciudad en la que ya se conocen desde hace tiempo -incluso antes que en Madrid-, las bondades de este tipo de prácticas que sirven por una parte para fomentar el uso compartido de vehículos y por otra para que los ciudadanos tengan acceso a coches no contaminantes y que emiten menos ruido que los que utilizan combustible. Hace ahora tres años Gijón puso en marcha un sistema que permitía a más de 300 funcionarios municipales acceder con su tarjeta ciudadana a la nueva flota de coches eléctricos del consistorio.
Pero el uso del coche compartido no es lo único que se quiere modificar con el nuevo plan de movilidad. En sus peticiones a quien aspire a elaborar el plan de movilidad Tráfico impone también que impulse "medidas para la mejora de la distribución de las mercancías" con las que se abordaría el horario de funcionamiento de las plazas de carga y descarga. Actualmente los transportistas tienen reservados estos aparcamientos entre las siete y la una por la mañana y desde las tres hasta las cinco por la tarde.
