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Pelotas asturianas, carisma argentino

La empresa de una familia ovetense consigue colarse entre las principales marcas del boyante sector del pádel abanderando a Miguel Lamperti, figura mundial

Pelotas asturianas, carisma argentino

Lleva años al asalto del número uno del pádel mundial, pero la mayoría coincide en que es "la figura" del "World Padel Tour", que estos días juega su torneo de Gijón. Tiene una alma carismática dentro y fuera de la cancha, con acento argentino, pero sus pelotas -y su pala- son asturianas y forjadas con el tesón de una familia ovetense que ha conseguido abrirse un hueco entre las grandes multinacionales que copan el mercado del pádel, un deporte muy en alza en España.

Precisamente un gran pelotazo -o un golpe de efecto- dio la familia ovetense Ballvé al hacerse con los servicios de Miguel Lamperti, puro carisma en el principal circuito mundial de pádel, que estos días visita Gijón. Desde entonces su empresa familiar, Nox, ha ido creciendo hasta colocarse entre las primeras seis marcas de pádel.

"Tenemos un contrato indefinido, somos parte de una familia. Desde cuando empezamos nuestra relación, hemos ido de la mano y tanto la empresa como yo hemos evolucionado. Trabajamos año a año juntos para que tanto la marca como yo tengamos cada vez un nombre más grande. Tengo la suerte de que la gente siempre me sigue mucho en cada ciudad de España, y jugar en la región de donde mis jefes son nativos es algo extra y muy bonito. Ojalá pueda dar una alegría a los asturianos", señala el propio Lamperti, número 9 del mundo y que ya se ha clasificado para semifinales en Gijón con su pareja, Juan Mieres. Hoy se enfrentarán al tándem más temible, Belasteguín-Lima.

Para ello, Lamperti contará con su pala fabricada con capital asturiano. Jesús Ballvé es propietario de Nox junto con su hermano, José Luis. Aunque la firma está radicada en Barcelona, Jesús presume de formar parte de una familia "cien por cien asturiana, de Oviedo, de la calle Yela Utrilla". Su padre, Ángel, un industrial oriundo de Bilbao, era también un emprendedor, que vendió los primeros televisores que se comercializaron en Asturias.

La familia Ballvé cuenta además con varios deportistas en sus filas. El propio Jesús fue nadador internacional y llegó a tener un récord absoluto en España. Su hermano Ángel, director comercial de Nox, jugó con la selección española de rugby, deporte al que también ha jugado José Luis. Ignacio, otro de los hermanos, fue jugador de baloncesto, y su hija, Lucía, ha sido convocada con 17 años por la selección española de voleibol.

Visto este historial no es raro que la visión empresarial de los Ballvé girase hacia el deporte. "Empezamos en el 2009. Mi hermano José Luis y yo siempre quisimos estar en el mundo del deporte y empezamos a estudiar el sector del pádel. Vimos que tenía mucho crecimiento a nivel nacional. Y sobre todo veíamos que como producto era exportable y preveíamos una expansión internacional a medio plazo. En 2010 lanzamos la primera colección, con ropa, palas y accesorios", cuenta Jesús, que afirma, orgulloso, que "hemos ido creciendo continuamente y hemos tenido que retocar varias veces el plan de negocio, afortunadamente al alza".

En 2011 dieron "el gran salto" al contratar los derechos de Lamperti, "el jugador más mediático y más querido". Ballvé recuerda que "fue una apuesta muy fuerte, de una empresa recién nacida, pero queríamos dar un golpe en la mesa". Así se labraron un nombre en el mundo del pádel, donde más de doscientas marcas intentan vender en España.

La pala, fabricada a base de goma EVA y fibra de vidrio y carbono, es clave para el jugador. "La mejor pala ha de tener buen control, buena durabilidad y ha de ser linda a ojos de quien la compra. Yo lo que más valoro es que despida bien la pelota, sea más controlable y tenga un buen punto dulce de golpeo. Y lo hemos conseguido", asegura Lamperti, muy agradecido a Nox. "Hacen que pueda vivir del pádel, me cuido más y puedo entrenar cuatro horas diarias", señala. A sus 37 años, espera aguantar "tres o cuatro años más" a primer nivel.

Pero, como buenas pelotas asturianas, las de Lamperti son también solidarias. Su imagen da fuerza a la campaña de la marca de la familia Ballvé que lleva por nombre "bola solidaria", por la que donan un euro de cada bote de bolas vendido a la Asociación Española Contra el Cáncer para investigación. Las pelotas, de color rosa, se distribuyen en varios puntos de venta. Por ahora ya se han donado 20.000 euros, pero Lamperti y la empresa de sangre asturiana desean un mayor tanteo para este partido.

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