No hay pruebas de que haya cometido delitos que comprometan la paz o la independencia del Estado. La Audiencia Nacional ha archivado la causa que abrió hace más de un año contra un joven madrileño residente en Gijón, de 27 años, acusado de colaborar con grupos independentistas prorrusos en el año 2014 durante los tres meses que pasó en Ucrania. El joven -que no quiere volver a aparecer en los medios de comunicación alegando que actualmente intenta "iniciar una nueva vida" y pretende "pasar desapercibido"-, permaneció arrestado en los calabozos de la Comisaría de Gijón 14 horas como consecuencia de una investigación iniciada por el juez Pedraz en Madrid.

El Estado acusaba a este vecino de Gijón de "violentar la neutralidad" que debía mantener España en el conflicto de Ucrania y de difundir en redes sociales su entrenamiento, exhibiendo uniformes paramilitares, fusiles de asalto, artefactos y dispositivos explosivos. Lo cierto es que en varias páginas de internet aparecían fotos del gijonés armado. Fueron precisamente esas imágenes difundidas por las autoridades policiales las que llevaron a su detención.

Los amigos del acusado se mostraron desde un primer momento convencidos de su inocencia. "Estamos seguros de que todo esto en unos meses quedará en nada", aseguró por aquel entonces uno de los más allegados y compañero de la militancia del joven en Izquierda Unida. El propio arrestado reconoció ante su círculo más íntimo que efectivamente había estado varios meses en Ucrania pero realizando sólo "labores humanitarias".

La "operación Danko" se saldó con otras seis detenciones de militantes prorrusos que en Cartagena, Barcelona, Cáceres, Pamplona, Alcorcón y Madrid (en donde fueron arrestados dos de los procesados). El vecino de Gijón involucrado en esta trama había viajado en el mes de agosto a la región ucraniana de Donetsk. Tres meses después regresó a Asturias.

En cuanto quedó en libertad el madrileño fue trasladado a su casa en Cabueñes en un coche camuflado de la Policía Nacional. No llegó a pasar a disposición judicial. El joven declaró por exhorto en los juzgados de Gijón hace un año. Tras escuchar su testimonio y analizar las pruebas el juez Pedraz ha decidido archivar las imputaciones que pesaban sobre él.