Rubén Eguren tiene 16 años y le gustaría estudiar Ingeniería Aeroespacial en Madrid. Su compañero de clase en Primero de bachillerato en el Codema, Jácome Costales, aún no tiene claro su futuro, y duda entre Audiovisuales y una ingeniería. Pero ayer, ambos salieron con una idea más clara sobre su futuro de la jornada de trabajo "Sharing feelings (Compartir sentimientos)" en la que disfrutaron de charlas y talleres más de 200 alumnos del Corazón de María. "La idea era transmitirles a los alumnos que se dejen guiar por sus sentimientos, ilusión y motivación", afirma el director, Simón Cortina.

En la jornada participaron los estudiantes de 4º. de la ESO y 1º. de Bachillerato. "Hay que hacerles ver que si hay algo que les gusta, pueden ser muy buenos en ello, y puede tener salida profesional", comenta Cortina, que quiere que se les borre la idea de no estudiar una carrera que les gusta por el simplemente hecho de que no tenga salida profesional: "Es muy importante que hagan algo que les pueda dar la felicidad. Es fundamental que estén en un trabajo que les guste, porque la felicidad no es tan solo obtener grandes beneficios económicos, sino conectar con aquello con lo que sienten que es su vocación".

Para trasladar esa idea, un grupo de profesionales transmitió a los alumnos las motivaciones que les impulsaron a dedicarse a lo que están haciendo en la actualidad. Miguel Ángel Álvarez y Elisabet Vílchez les comentaron cómo dejaron a un lado la geología y la ingeniería de telecomunicaciones para dedicar a la edición, escritura y fotografía. Beatriz Fernández, periodista de la Televisión del Principado de Asturias, les contó que su pasión por el periodismo nació desde que era pequeña, y que vio incluso el debate político entre José María Aznar y Felipe González, mientras que Álvaro Escanciano siempre ha alternado su pasión clara por la ingeniería con otras actividades como la filosofía.

La parte práctica de la jornada contó con doce talleres, que abordaron temáticas como la programación de videojuegos, robótica, arquitectura, impresión 3D, fotografía, cocina, música o periodismo. Lara Martínez, que quiere estudiar medicina, participó en el de cocina. "Se pueden hacer recetas muy fáciles en poco tiempo. He aprendido a hacer galletas de mantequilla", resaltó. Y a su lado, Carmen Piñera, que no tiene claro qué carrera relacionada con la sanidad estudiará, se quedó con la inquietud de cocinar en su propia casa un tartar de atún.