Florentino Vázquez, de 65 años, fue durante más de dos décadas secretario general en Asturias de la Federación de Transportes y Mar, ahora Federación de Servicios para la Movilidad y el Consumo (SMC) de UGT tras haberse fusionado con la Federación de Comercio, Hostelería, Turismo y Juego. En pleno proceso de fusión fue apartado del cargo por una gestora y después expulsado como militante del sindicato bajo la acusación de haber manipulado el censo de afiliados en las elecciones para responsable del sector de transporte por carretera. Una sentencia acaba de anular la expulsión, al considerar que lo echaron sin pruebas. Exconsejero de El Musel por UGT, ahora pretende reincorporarse a la vida activa del sindicato, pasando su ficha a la de jubilados, pero ayudando de cara a la nueva fusión ya aprobada de SMC y la federación de servicios privados, FES. Cree que UGT recurrirá la sentencia para impedirle participar en ese proceso.
Vázquez comienza señalando su intención de "incorporarme al sindicato, si me dejan, a trabajar. Se están perdiendo las elecciones por goleada y también se está perdiendo afiliación", y añade con sarcasmo que "quiero empezar agradeciendo al compañero Miguel Ángel Cilleros, secretario general de SMC y a Emilio Cardero, secretario del sector de carretera, porque el informe en el que decían que nosotros teníamos razón en los dados para organizar la conferencia del sector de carretera y debido a ello en gran medida es por lo que la juez me ha dado la razón". Asimismo dice que "lo primero que voy a hacer es preguntar dónde están los 200.000 euros que la federación regional tenía en caja".
-¿Por qué cree que le expedientaron?
-El motivo real es que yo no quería que la fusión con la federación de comercio se hiciera a la trágala. A todo el que puso la mínima pega lo lapidaron, porque también echaron del cargo al secretario general de la federación en Galicia y al de León. En el congreso en el que se fusionaron aquí las dos federaciones hubo cinco denuncias de irregularidades y no contestaron a ninguna.
-¿Y antes de eso?
-Tenía discrepancias con Justo Braga y también con Madrid, que en un momento apoyó a Justo Braga. Uno de los motivos era la representación en el consejo de El Musel. Con Justo no sólo es eso, en Transportes a Justo nunca le aprobamos la gestión. No coincidíamos en nada con la posición que marcaba la Unión Regional en cuanto a la política de transportes.
-¿El motivo del roce?
-No estábamos de acuerdo ni con la gestión económica ni con su posicionamiento al lado del PSOE. En 2006 tuvimos una polémica con Ponga, que presidía el puerto de Avilés, con la construcción de la lonja y los trabajadores; Ponga me llevó a juicio por vulneración del derecho al honor, perdió y el juez le condenó en costas. Nosotros no cedimos y 48 trabajadores que había fijos pasaron todos subrogados en vez de ir al paro para que los cogieran de cero. Le ganamos aquella batalla a Areces, en la que Justo Braga se puso del lado del Gobierno. Nosotros defendimos a los trabajadores y Justo Braga al Gobierno. Después de aquello, en 2007 o 2008, yo me marché del PSOE después de treinta y tantos años de militancia.
-¿Y la política de transporte?
-Si se tira de hemeroteca se verá que nosotros cuestionamos toda la política que estaba haciendo el PSOE; que no hacía falta esta ampliación de El Musel para las mercancías que iba a mover el Puerto. Históricamente el Puerto de Gijón siempre fue de tráficos cautivos de la EBHI. Quien transformó el Puerto fue Santiago Eguiagaray Fontana, en los cuatro años del gobierno de Sergio Marqués, que trajo la grúa para contenedores y empezó a poner las bases para cruceros, diversificar tráficos y salvó la lonja. ¿Qué hizo el PSOE? Entra Miguel Ángel Pesquera y lo primero que hace es gastar 300.000 euros en un plan estratégico, llega Palao y otro plan estratégico, llega Rexach y otro y luego con Rosa Aza, otro. Todos dicen lo mismo pero de diferente manera. Según los planes, en 2010 teníamos que estar moviendo por El Musel 31,8 millones de toneladas y movemos 19. A nadie le gusta que le digan esas realidades y eso trajo asperezas. No sólo cuestionamos la ampliación de El Musel. Dijimos que la estación intermodal no se iba a hacer cuando decían; que la variante de Pajares no se iba a acabar cuando decían y que "Pepiño" de Ministro era un cantante. Nosotros no éramos un verso libre, pero teníamos opinión propia. Qué casualidad que a quien pusieron después de echarme, Luis Blanco, es de la ejecutiva del PSOE de Siero.
-¿Está diciendo que UGT en Asturias actúa como correa de transmisión del PSOE?
-La política sindical que desarrolla la Unión Regional desde hace tiempo no es la que debería llevar la UGT, que está para atender a los trabajadores y no al gobierno de turno. Nosotros siempre discrepamos de eso y mi voz era la de la Federación, no la de Tino. El PP, en los cuatro años que estuvo en el gobierno en Asturias, no tuvo política de transporte, pero la del PSOE ha sido un desastre; los trenes de cercanías están peor que nunca, la Zalia mira como está y en el Puerto de El Musel lo único que creo que mejoró fue el contrato de determinado político que sin ningún tipo de concurso, sin la formación adecuada, sin ningún conocimiento portuario y sin haber una convocatoria específica, está contratado en la EBHI, donde entró con una categoría y ya lleva cinco modificaciones al alza, según comentan los trabajadores de la sección sindical. El resto sigue como está, con los tráficos cautivos fundamentalmente. Y digo más, mejoró ese señor en el Puerto, mientras los salarios del conjunto de los trabajadores; estibadores, portuarios, de la junta del Puerto, de consignatarias, etcétera, no sólo no mejoraron, sino que empeoraron, perdiendo poder adquisitivo.
-¿Se refiere al exsecretario general del PSOE de Gijón, José Manuel Sariego?
-Sí, sí, por supuesto.
-Un deseo para el Puerto.
-Sería muy bueno que volviese la Autopista del Mar, pero soy escéptico.
-¿Qué opina del nuevo secretario general de UGT, Josep Álvarez?
-Ya tenía que haber sido secretario general hace tres años porque es de los pocos sindicalistas que tienen muy claro cómo debe ser la UGT y su función en la sociedad. Si alguien puede devolver a UGT a los términos que tenía antes, no me cabe duda de que es Pepe Álvarez.
-¿Cree que hay casos de corrupción en UGT?
-En 2015 cuando salió todo aquello de la UCO sobre el sindicato en Asturias, yo pregunté en los órganos internos. Me dijeron que no y yo dije que entonces había que ir a los tribunales. Nadie fue a los tribunales. Otro asunto, la quiebra de Agamar en Galicia, donde el administrador concursal entiende que UGT es la responsable y según los medios gallegos considera, al igual que el fiscal, que UGT usó contratos de trabajo y fondos para fines diferentes a los que se concedían a esa asociación de mariscadoras y se comenta que el secretario de la federación estatal tiene que acudir en junio a un juzgado de Vigo a declarar.
