El equipo de gobierno está dispuesto a debatir sobre las ayudas a barrios degradados que han afectado a algunos vecinos por el impacto en sus pensiones "siempre que tenga fundamento y sirva para ayudar a la gente", explicó ayer Fernando Couto, aunque matizó que "si el objetivo final de todo esto es paralizar las obras de barrio degradado no lo vamos a hacer bajo ningún concepto".

En el caso de que surjan más casos, como los denunciados por LA NUEVA ESPAÑA en la de la calle Francisco Eiritz, en el barrio de Jove, Fernando Couto asumió la responsabilidad de intermediar con Hacienda para paliar los daños. "Si hay un vecino particular afectado, dos o cinco y podemos hacer algo por ayudarles como hablar con Hacienda, que ya se ha hecho, el Ayuntamiento de Gijón lo hará. No hay ayuntamiento con mayor compromiso social que éste", apuntó.

Los tres escenarios existentes hasta el momento pasan por las obras de Francisco Eiritz, en Jove, ya ejecutadas; las obras del poblado de Inuesa en Tremañes, actualmente en ejecución, y las de Portuarios aun sin comenzar.

No obstante Couto volvió a relativizar el impacto de las ayudas al considerar que "hasta ahora han aparecido cuestiones de carácter particular". Casos que se podrían duplicar hoy con la reunión prevista entre Alcaldía y representantes vecinales de las tres zonas afectadas por la rehabilitación. A ellos se les encargó, tras un encuentro el pasado viernes con Carmen Moriyón, llevar a cabo un escrutinio vecinal de si existen más casos como los que afloraron tras la ejecución de las obras en Jove y que motivaron quejas vecinales, por distintos defectos. "Ee pedirá a la empresa que se solvente el problema", señaló Couto que, sobre la reunión de hoy, no espera que se incremente el número de los afectados. "En Portuarios entiendo que no habrá casos nuevos porque no han empezado las obras y allí todos quieren esta actuación; y en Tremañes, a ver qué nos cuentan pero sabemos que están muy contentos", valoró el edil.