Ochenta mil palabras dictadas desde la primera persona del singular. Y una voz que se parece a un escalpelo que operara en carne propia cada una de las muchas heridas. La historia abrumadora y lúcida a la vez de una supervivencia. De eso va "Instrumental". De eso y de cómo alzarse desde la ruina de uno mismo -una infancia de violaciones repetidas, el alcohol y las drogas, el psiquiátrico, cinco intentos de suicidio- por un doble amor: el de la música clásica y el del hijo del que se ha perdido la custodia. Han dicho que fue el mejor libro del año pasado y aún es, porque así lo atestiguan las cifras de ventas, un fenómeno editorial. "Un milagro", ha proclamado el diario británico "The Guardian". Su autor, el afamado y desconcertante concertista de piano James Rhodes, es una las figuras invitadas por el Gijón Sound Festival. Hay expectación por verle tocar hoy en la iglesia de la Laboral (18.00 horas).

El músico y escritor inglés (nació en Londres en 1975) narra desde una sinceridad que desarma. Y, casi autodidacta, toca el piano desde la convicción de que somos creativos pese al dolor y no gracias a las coronas de espinas. Se confiesa como un "imbécil vanidoso, egocéntrico, superficial, narcisista, manipulador, degenerado, pelota, quejica, lleno de carencias, con tendencia al exceso, agresivo, frío y autodestructivo". Pero cincela frases que son un canto a la existencia, al arte, a la "banda sonora" de las propias pulsaciones: "Es un hecho irrefutable que la música me ha salvado la vida de una forma muy literal, y creo que también la de un montón de personas más".

A James Rhodes, que despachó hamburguesas y fungió como hombre de negocios en la colmena financiera de la City londinense, le ocurrió con "Instrumental" lo mismo que a Flaubert con "Madame Bovary" y a Baudelaire con "Las flores del mal". El volumen estuvo retenido en los tribunales. Su exmujer denunció que el contenido de esa autobiografía -cada capítulo se singulariza con el nombre de un gran músico y una obra, de su amado Bach a Rajmáninov- podía ser perjudicial para el hijo común. Por fortuna, el Tribunal Supremo no prohibió el libro. Antes hubo una campaña en favor de la publicación a la que se sumaron nombres importantes de la escena anglosajona, de Tom Stoppard a Stephen Fry. En España lo ha editado Blackie Books.

¿Por qué hemos de callar el sufrimiento que nos causan los demás, violadores y acosadores? ¿Y por qué no hemos de mostrar nuestra vulnerabilidad y nuestra fortaleza, lo que nos hace singulares y mejores? Son algunas de las preguntas a las que James Rhodes, el atípico pianista que ha convulsionado la escena de la música clásica, responde en "Instrumental". Hay que creer en Johann Sebastian Bach.