La amenaza de muerte y la retención en su despacho de la que fue víctima hace unos días una trabajadora social gijonesa llevó ayer a Xixón Sí Puede a demandar del equipo de gobierno municipal la urgente puesta en marcha de un protocolo frente a agresiones en el trabajo. La petición la hacía la edil Estefanía Puente, trabajadora social de profesión. Puente resaltó que ese protocolo existe desde hace meses pero urge "su aplicación completa y realizar un seguimiento y evaluación para ir mejorando su contenido". Xixón Sí Puede reivindica debatir el documento con el personal municipal y ampliar su aplicación a equipamientos sociales de entidades que tengan convenios de colaboración el Ayuntamiento.

El protocolo, adelantó Puente, incluye un registro de situaciones de peligro y una revisión de los actuales sistemas de seguridad. Pero la concejala entiende que se puede hacer más por la seguridad de todos. La edil de Xixón Sí Puede sugirió añadir una alarma acústica a la alarma visual que ahora existe y que se dispara si alguno de los trabajadores pulsa el denominado "botón del pánico", dar un teléfono de marcación rápida conectado con la policía al personal que hace atenciones a domicilio o reubicar el mobiliario de las oficinas para minorar riesgos. Además de contar, de manera complementaria, con personal de seguridad. Labor que considera Xixón Sí Puede deben realizar policías local al ser edificios del Ayuntamiento.

De cara a la próxima comisión de Bienestar, la edil de Xixón Sí Puente ha solicitado, por un lado, información actualizada sobre agresiones o amenazas al personal de los servicios dependientes de la concejalía de Bienestar Social y Participación Ciudadana y de otros equipamientos sociales de la ciudad y, por otro, explicaciones sobre las medidas que ha tomado el gobierno en estos casos.

"Nos consta que son situaciones puntuales pero hemos detectado que en servicios donde se hacen evidentes los recortes hay personas que ejercen esa violencia que sufren a causa de la crisis contra quien está dando la cara", sentenció Puente tras pedir "prevención" y reivindicar la "tolerancia cero".