Los alumnos y profesores de las carreras técnicas tienen, además, muchas otras inquietudes relacionadas con lo artístico. Por eso, en la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón funciona desde hace un par de años un Club de Cine con notable participación. Y por eso acaban de dar un paso adelante con el rodaje de un corto que cuenta con el entusiasmo de una decena de alumnos y cuatro profesores.
La idea de materializar un corto "viene de lejos, siempre quise hacerlo y ahora se ha dado la oportunidad", confiesa el profesor Joaquín Norniella, responsable del Club. Así que este curso, desde el mismo inicio de las clases, planteó la posibilidad de, móvil en mano, lanzarse a la aventura de la grabación. En la actualidad están en pleno proceso de rodaje, partiendo de la idea de uno de los alumnos que ejerce como guionista. "Hemos ido perfilando el producto entre todos, con las aportaciones de todos los participantes", indica Norniella, quien ejerce en el trabajo como "productor ejecutivo".
Diez alumnos y dos profesores hacen de actores, otro docente que compone música les cederá una pieza para la banda sonora y otro de los estudiantes se encarga de la parte técnica, con la edición y montaje en el que también colaborará el director de la Politécnica, Juan Carlos Campo. El corto requerirá además de algún efecto especial, y la intención es la de poder estrenarlo a finales de curso.
El rodaje se está desarrollando en localizaciones de la EPI, y el argumento gira en torno a las nuevas formas de educación a distancia, la formación no presencial y la importancia de las herramientas informáticas en los centros educativos, señala Norniella, aunque "no se puede desvelar el contenido, será una sorpresa".
El responsable del Club se muestra "muy sorprendido por la respuesta de la gente", que se ha lanzado con entusiasmo a dejar las fórmulas matemáticas por la interpretación. Además, con un formato novedoso, como es el del móvil, que les permitirá presentar el corto a algún certamen específico e incluso al Festival de Cine de Gijón. "Es algo muy modesto", asegura Joaquín Norniella, quien no obstante destaca el gran interés que está poniendo todo el equipo en que salga de la mejor manera posible. La previsión es la de poder estrenarlo el próximo mes de mayo, antes de que finalicen las clases, para someterlo al veredicto de todos los estudiantes de la EPI. Una buena prueba de que números y artes no están para nada reñidos.
