La Policía Nacional ha dado a conocer hoy los detalles de la operación policial llevada a cabo esta semana que permitió el arresto de tres ciudadanos de nacionalidad rumana acusados de robar en una treintena de pisos en Gijón. Los acusados fueron sorprendidos in fraganti cuando se encontraban forzando la cerradura de un piso situado en la calle Casimiro Velasco, en pleno centro de la ciudad. Para llevar a cabo los asaltos los ladrones seguían siempre el mismo "modus operandi". Para acceder a las viviendas los asaltantes no causaban daño alguno y la mayoría de los moradores sólo se percataban del robo cuando descubrían que las habitaciones y diferentes estancias de la casa se hallaban revueltas. Utilizaban principalmente dos métodos: el "impresioning" que consiste en colocar láminas de aluminio deformables en el interior de la cerradura con el objetivo de que queden impresas las marcas de la llave del dueño cuando entra a su casa. Tras la recogida de la plantilla, se crea una llave maestra con la que los ladrones podían abrir la puerta sin oposición alguna y sin dejar rastros que indiquen que ha sido forzada y el "bumping" con el que lograban desbloquear los cilindros de la cerradura golpeando ligeramente una llave especial con algún objeto contundente. En raras ocasiones, cuando estas maniobras de apertura no funcionaban se vieron obligados a fracturar los bombines. Una vez que accedían al domicilio, los delincuentes se centraban en localizar dinero, las joyas, ordenadores portátiles, tabletas electrónicas o cámaras de fotos. Actuaban con rapidez y permanecían en el interior de las viviendas un corto periodo de tiempo, siendo habitual que dentro de un mismo edificio entraran en varias de ellas para hacerse con el botín en pocos minutos, extremando las medidas de seguridad y vigilancia para no ser detectados por vecinos o la policía. En cuatro ocasiones desistieron de su intención al abrir la puerta y encontrar moradores dentro de las casas de las que huyeron a la carrera evitando el enfrentamiento tratando siempre de ocultar su rosto y proteger su identidad.

Desde los primeros robos cometidos en Gijón se estableció un dispositivo especial integrado por agentes de la Brigada de Policía Judicial y de Seguridad ciudadana en el que se incrementaron las identificaciones y controles preventivos para localizar a los miembros de este grupo criminal. La constante repetición de acciones durante todo el mes, hizo suponer a los investigadores que los delincuentes habían asentado su base de operaciones en la región por lo que se intensificaron las vigilancias. Las continuas gestiones y chequeos efectuados por los efectivos del operativo permitieron interceptar durante los últimos días a diez fugados de la justicia e incautar pequeñas dosis de drogas y armas ilegales. Lo más relevante sucedió el lunes día 18 sobre las 11.30 horas cuando fueron localizadas tres personas que estaban perpetrando un robo un piso en la calle Casimiro Velasco de Gijón.

La Policía asegura que cada uno de los tres detenidos tenían una misión predeterminada, uno de ellos chequeaba el edificio, picaba a los timbres o escuchaba en las puertas para señalar las viviendas que estaban temporalmente sin inquilinos y marcar el piso con menos riesgos. Una vez determinado el objetivo subía a las plantas superiores para hacer la cobertura mientas otro miembro del grupo, actuaba sobre la puerta de la vivienda. El tercero esperaba en las inmediaciones del portal para dar la voz de alarma ante la presencia de vecinos, carteros o de las Fuerzas de Seguridad. Los agentes detuvieron en primer lugar al que hacía labores de vigilancia en el exterior, luego sorprendieron al que manipulaba la cerradura en un cuarto piso y dos plantas más arriba hallaron al tercero que protegía las escaleras y avisaba sobre el posible flujo de vecinos.

Una vez en dependencias policiales y tras "arduas comprobaciones", los investigadores lograron averiguar que tras cometer los robos se ocultaban en una habitación compartida en piso en régimen de alquiler del barrio de Laviada. En el exhaustivo registro realizado en el interior fueron intervenidas gran cantidad de joyas que estaban ocultas en el interior de un sofá-cama, varios relojes de pulsera, 2 tabletas electrónicas, 4 ordenadores portátiles, una cámara de fotos, un libro electrónico, gafas de sol, 2235 €uros y billetes de moneda rumana -63 LEIs- así como numerosas herramientas utilizadas para forzar las cerraduras por los métodos del impresioning, del bumbing o para forzar las bombines.

Los arrestados I.S de 24 años, B.V.H de 25 y D.A.M de 47 años(investigado por la Jefatura Superior de Cantabria por robo con fuerza) han pasado esta mañana a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de los de Gijón.