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NORMALAURA LÓPEZ | Pedagoga, orientadora y terapeuta educativa

"Un gran porcentaje de jóvenes siguen eligiendo mal su futuro"

"Es fundamental que los padres conozcan las inteligencias emocionales para poder transmitírselas a sus hijos"

Normalaura López, ayer, en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón. Á. GONZÁLEZ

Licenciada en Pedagogía y experta en clínica de los trastornos del aprendizaje, Normalaura López Ramírez analizó "La inteligencia emocional en la familia" en su intervención en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón.

-¿En qué consiste la inteligencia emocional ?

-Se basa en ayudar a las personas y controlar los impulsos que nos llevan a tomar decisiones equivocadas en la vida. Se necesita antes que nada un autoconocimiento, empatía y habilidades sociales. Y que los padres conozcan las inteligencias emocionales para transmitirlas a sus hijos.

-¿Qué métodos se deberían aplicarse?

-En primer lugar el autosentimiento, conocer lo que uno siente, si estoy contento o triste. Y después plantearse, ¿qué situación me ha hecho sentirme así? Una vez que ubicas esa alegría o frustración que puedas sentir, hay que controlarla. Hay técnicas como contar hasta diez, relajarte, escuchar un poco de música, para que después no tomes decisiones que te puedan perjudicar.

-¿Este proceso se afronta de forma asidua?

-Se trata muy poco el tema. Nos cuesta muchísimo decir lo que pensamos. Cuando nos preguntan cómo estamos siempre decimos que bien. Con el ritmo frenético de vida que llevamos no enseñamos a los hijos a transmitir las emociones, ni se le permite que esté triste o cansado. Y hemos comprobado que los niños llevan muy mal las frustraciones y no saben perder. Deben entender que la frustración lleva al éxito, y que es bueno caer para aprender a levantarte.

-¿Qué perjuicios tiene no saber transmitir las emociones?

-Tenemos la idea de que un coeficiente intelectual alto ya te permite tener un éxito en la vida. Pero, sin habilidades sociales y sin manejo de tus emociones, se tomarán emociones que no son correctas. El perjuicio será a la hora de elegir una carrera, decidir con quién se va a casar o al abrir un negocio. El optimismo ante la vida es fundamental.

-¿Por qué es fácil ser impulsivo, pero cuesta mucho ser empático?

-La impulsividad viene porque lo tenemos todo muy rápido y al alcance, ya sea la información, los móviles o las tabletas. Hay que darnos un tiempo, porque todos los cambios en la vida nos vienen muy rápido. Y la empatía la estamos perdiendo por esa rapidez que nos impide absorber los movimientos. Si alguien nos dice que está bien, pero en su forma de hablar y movimientos vemos que no es así, deberíamos estar con esa persona y sonreírla.

-¿Observa que los jóvenes desisten de estudiar la carrera que les gusta si no tiene salida profesional?

-Un gran porcentaje sigue eligiendo mal su futuro. Una parte es por la familia, que presionan para que tomen esas decisiones. Otra es por la sociedad del grupo, que le dicen "¿para qué vas a estudiar eso?", y la otra es el asesoramiento, porque la mayoría van a lo típico, mientras existen infinidad de alternativas que no se les dan.

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