Ni una sola oferta. A cero cerró ayer la sociedad Gijón al Norte el plazo de recepción de ofertas para la compra de las dos primeras parcelas puestas a la venta del suelo del plan de vías. Un duro varapalo, otro más, para el proyecto de transformación urbana y movilidad más ambicioso que tiene en marcha la ciudad desde hace tiempo y que sólo parece acumular demoras y fracasos. La venta del suelo liberado de las vías del tren es básica ya que, con el organigrama de trabajo actual, las plusvalías son el eje de la financiación de una operación que incluye el desarrollo de la más que reivindicada estación intermodal de Gijón.

El proyecto ahora en marcha cuenta con conseguir a través de las plusvalías de la venta de suelo 228 de los 421 millones que tiene de coste. Con estas dos primeras parcelas -las ubicadas entre El Humedal y el Museo del Ferrocarril que ahora están acondicionadas como zona verde y llevan el nombre de Jardines del Tren de la Libertad- se esperaban conseguir unos 70 millones de euros. Por la parcela H1 con capacidad para edificar cuatro bloques se pedían 41,8 millones de euros y por la H2, con espacio para dos bloques, 28,6 millones. El sistema de enajenación era la subasta pública al alza.

El desenlace de la convocatoria dio la razón a la reflexión que, este mismo martes, hacía el edil de Urbanismo y consejero de Gijón al Norte por el gobierno municipal, Fernando Couto: "No somos muy optimistas. Ojalá fuera lo contrario pero...". Y desde luego no se correspondió con el anuncio que el secretario de estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, había hecho en el último consejo de administración de Gijón al Norte al asegurar que ya había treinta firmas interesadas en ese suelo. Un dato que aportó a finales de marzo.

David Alonso, concejal de Xixón Sí Puede y consejero de Gijón al Norte, adelantaba ayer que, así las cosas, no tiene sentido reunir a la mesa de contratación prevista para el próximo día 20 pero sí convocar con urgencia un consejo de administración de la sociedad gestora del plan de vías para decidir qué se hace con ese suelo. Incluida la opción de volver a licitarlo a un precio más bajo. "Sin saber aún que pasa con la estación o con el desvío de colectores cualquier promotor va a ser reticente a hacer una inversión aquí", concretó el edil.

La ausencia de ofertas fortalece la reivindicación municipal de que el plan de vías gijonés no dependa de las plusvalías. La exigencia es que, como en otras ciudades, el Ministerio de Fomento asuma todas las actuaciones de la operación que tengan que ver con su carácter ferroviario. La prioridad absoluta, al margen de la polémica sobre su ubicación, es la estación intermodal.