"Aún hay tiempo para recuperar". Faustino Valdés, presidente de la Asociación de Donantes de Gijón, repasó ayer en el Palacio de Congresos y con motivo de la XLII Asamblea General de la entidad las cifras que acumuladas hasta marzo. La asociación ha logrado reunir 2.800 bolsas de sangre, "unas 500 bolsas menos que en el mismo período de 2015", y unos 12.000 donantes. La bajada se debe al llamamiento que hicieron a la gente el año pasado para que se fuese a donar de manera urgente. "Esperamos recuperar en la Feria, aunque las necesidades están cubiertas. No nos gusta alarmar a la sociedad", señaló Valdés.

Uno de los retos pasa por fidelizar a donantes más jóvenes. "La media de edad está en 45 años. Estaría genial que bajase hasta los 28 o 30. Podríamos tener problemas en menos de una década por ello", indicó.

Faustino Valdés aprovechó también para dar un pequeño tirón de orejas a los médicos, quienes, según su criterio, piden que se donen órganos pero se olvidan de la sangre, que "no se consigue en farmacias". Valdés hizo este comentario para recordar que la sangre es básica en toda intervención quirúrgica: "Se precisan unas 40 bolsas de sangre para un trasplante hepático y entre 70 y 80 para tratar un aneurisma", agregó.

Por otro lado, María García, directora gerente Centro Comunitario de Sangre y Tejidos del Principado de Asturias, indicó que la entidad a la que representa también logró reunir unas 600 bolsas menos que en marzo del año pasado por el mismo motivo que en Gijón. Afortunadamente, García consideró que los equipos médicos están gestionando mejor las reservas de bolsas de sangre y que el consumo ha bajado de manera considerable.