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JOSÉ FERNANDO GONZÁLEZ ROMERO | Historiador, acaba de publicar el libro "El gótico alemán en Europa y la dinastía de los Colonia"

"La torre de la Catedral de Oviedo es una obra maestra de arquitectura alemana"

"El obispo Alonso de Cartagena trae a España a Juan de Colonia, que forma taller en Burgos; la flecha calada ovetense se debe a su hijo Simón"

José Fernando González Romero, con un ejemplar de su libro. MARCOS LEÓN

La publicación de "El gótico alemán en España y la dinastía de los Colonia" (Trea) aporta una novedosa visión sobre la Catedral de Oviedo. Su autor es José Fernando González Romero, con la colaboración de su hijo Fausto González.

-¿Cuál es la tesis del libro?

-La Catedral de Oviedo, la megaestructura de su torre, es una de las obras maestras mundiales de arquitectura alemana.

-¿Estaba dicho antes?

-La Catedral de Oviedo tiene un investigador excepcional, que es Francisco de Caso. Y esa tesis había sido apuntada por otra investigadora, (María) Pilar García Cuetos. Hay que reconocer el mérito de otros, pero lo que yo hago es un avance radical. El libro forma parte de una trilogía que supone un cambio en la interpretación del gótico español y europeo.

-¿En qué sentido?

-El gótico leonés -su catedral, obra cumbre del gótico radiante- estaría en relación con el de París, con la basílica de Saint-Denis. A través de León y de Estrasburgo, ese gótico alcanza su culmen en la flecha calada alemana.

-En el libro da una importancia capital al viaje del obispo Alonso de Cartagena para participar en el concilio de Basilea (Suiza), en 1435...

-Sí. Antes, como ahora, había espionaje industrial. Alonso de Cartagena participa en ese concilio. Y ahí queda deslumbrado por la flecha calada que ve en la catedral. De aquella, como ahora, era difícil conseguir arquitectos estrella, pero para un obispo era fácil tentar a un joven aparejador con algún proyecto. Los alemanes eran excepcionales dibujantes y talladores. Y el constructor más importante de torres de todos los tiempos, Ulrich von Ensingen, era alemán. No podía atender todos los encargos, así que tenía una serie de ayudantes. Mi conclusión es que Alonso de Cartagena se trae a uno de esos aparejadores a Burgos.

-Es Juan de Colonia.

-En efecto. Es alguien joven y se casa aquí en España. Forma un taller en Burgos, donde hay gente que ya trabaja en la catedral. Y de ese taller sale el registro germánico de la Catedral de Burgos, la Cartuja de Miraflores -una de las obras cumbres de la época de los Reyes Católicos- y la Catedral de Astorga. Juan de Colonia tiene descendencia.

-A su hijo, Simón de Colonia, es a quien usted relaciona con la Catedral de Oviedo...

-Nace ya en España y forma parte de la escuela de su padre.

-¿Hay documentos que avalen esa tesis?

-En historia del arte hay que mirar las obras con los ojos, ¿no sé si me entiende? Las obras son lo importante, porque los documentos pueden llevar incluso a equivocación. Están los detalles, muchos detalles, que son los que me llevan a estas conclusiones. Cuando uno ve el pórtico de la Catedral de Oviedo, nos damos cuenta que es igual que la capilla del Condestable (Burgos). Oviedo tiene una megaestructura con una torre de flecha calada. La idea al principio era colocarla en el centro. La inspiración era la Catedral de Bayona. En Oviedo, al crecer la obra, se vieron obligados a hacer una calle corrida. Oviedo es la catedral de las reliquias, forma parte del Camino de Santiago... Así que la ciudad necesita un icono, y por eso se proyecta esa estructura de flecha calada. La torre es visible para los peregrinos. Todo eso obliga a cambiar el pórtico central para contrarrestar. Dicho de otra manera, mi libro afecta de una manera radical a la visión que tenemos de la Catedral de Oviedo.

-Resuma ese cambio.

-Primera cuestión importantísima: la Catedral de Oviedo nace como remodelación de la construcción prerrománica, es una modernización. Y se consigue un ábside radiante ("rayonnant"), con una fachada de dos torres y un pórtico adosado.

-Segunda.

-El segundo elemento novedoso se refiere a la portada del Rey Casto (Alfonso II). Había dudas sobre la autoría. Gracias a la "vesica piscis" (vejiga de pez), técnica con la que se consigue una especie de "tangram" (juego chino) mágico porque al juntar las vejigas de pez se podían hacer rosetones; pues bien, gracias a ese "tangram" podemos relacionar esa portada con la Catedral de León y, por tanto, con Juan de Malinas. Éste es el que diseña arquitectónicamente la portada de la capilla del Rey Casto. Y también el triforio y el rosetón de la Catedral de Oviedo.

-Tercera aportación radical...

-La conexión clarísima entre la Catedral de Oviedo y la capilla del Condestable, en Burgos. La estereotomía de Oviedo es de una elegancia absoluta, única en Europa. Y es el mismo que el de la citada capilla burgalesa. Otra idea muy importante es cómo en Oviedo se cambia desde una estructura inspirada por la Catedral de Bayona a esa megaestructura alemana. Hay ahí una obra coral. En ella participarían Pedro de Bueras, que sería el aparejador, con Simón de Colonia como asesor. Ahora bien, lo que hacen es coger los planos del padre de este último, que, a su vez, los había tomado de su maestro, Ulrich von Ensingen, el gran constructor de torres. Resumiendo, se sustituye la construcción de una estructura con dos torres más baja por otra, con esa megaestructura de flecha calada.

-O sea, usted establece una continuidad constructiva a partir de los planos e ideas que se trajo a España Juan de Colonia.

-Sí, es fundamental. Otra idea básica se refiere a la tormenta que cayó en Oviedo y afectó a la torre de su catedral. Acuden a Rodrigo Gil de Hontañón (1500-1577), arquitecto que está al frente de (obras en) varias catedrales españolas. Todos los autores vienen diciendo que en la torre de Oviedo hizo un cuerpo renacentista y que colocó encima una flecha calada imitando la de Burgos. Lo que yo digo es que eso ha sido un truco de magia con el que ha engañado a todo el mundo. ¿Por qué? Lo que hizo fue sencillamente un cinturón y deja intacta toda la estructura (de inspiración) alemana; lo que hace es como poner un anillo renacentista.

-Es decir, que se mantiene la estructura de flecha calada...

-Así es. La torre calada es una burbuja de luz. Por eso deslumbró durante el período romántico. Cuando Alonso de Cartagena ve esa flecha, su impresión era que se trataba de una bandera. La torre de Oviedo tiene los arcos invertidos. Insisto, lo que hizo Rodrigo Gil de Hontañón fue un mero cinturón. Otro elemento clave de mi investigación es que cambia la autoría del Retablo de las Lamentaciones. Si nos fijamos, vemos que es una maqueta de la flecha calada de la propia torre. Yo creo que el autor es Juan de Cerecedo El Viejo. Es otro cambio radical. Y, finalmente, sostengo que esa calle porticada de la Catedral de Oviedo es un poco obra de Bartolomé de Solórzano. Da la solución de introducir ese pórtico bajo las torres. Tendríamos, pues, dos autores: Bartolomé de Solórzano y, después, le sustituye Pedro de Bueras.

-¿Cuándo empezó a estudiar este asunto?

-Mi hijo quería hacer un libro sobre el gótico radiante para las redes sociales. Empezamos con la Catedral de León. Ahí hice mi primera hipótesis: todo empieza en esa revolución que comienza en Saint-Denis, alcanza su obra cumbre en León, continúa en Estrasburgo. A partir de ahí se radicaliza con la flecha calada, de la que una obra excelsa es la Catedral de Oviedo.

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