El salario social ya ha celebrado los diez años de existencia, y para los expertos "necesitaría una revisión" con el objetivo de incorporar a nuevos actores" en un ámbito que, con la crisis, se ha visto desbordado.

El Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón celebró el pasado lunes una sesión de análisis en la que se desmenuzó el pasado, presente y futuro de una ayuda económica concebida en su origen como una prestación para personas que carezcan de recursos suficientes para cubrir sus necesidades". Un concepto que, diez años después, no se ha revisado ni evaluado, señalaba el lunes José Manuel Parrilla, autor del libro "Sindicatos, concertación y salario social en Asturias". Parrilla puso de relieve cómo diez años después de la puesta en marcha de esta prestación "hay más gente que entonces durmiendo en las calles", y apostó por incorporar a al modlo de la concertación a "las grandes organizaciones no gubernamentales y a los profesionales del trabajo social", en un contexto en el que "este tipo de cuestiones tienen poco espacio en el debate social" y en el que "la sensación general es de insatisfacción con el salario social", si bien "lo que debemos hacer es trabajar en la línea de mejorarlo, ver lo que se puede hacer".

Adrián Redondo, de Comisiones Obreras, valoró por su parte positivamente los avances en los últimos años en cuanto al ritmo de resolución de expedientes, el incremento de la partida presupuestaria para el salario social y el incremento en el número de beneficiarios, de 8.041 en junio de 2012 a 18.603 en diciembre del año pasado. Unas cifras que ponen de manifiesto la necesidad de muchos ciudadanos de acudir a la solidaridad para salir adelante, y que tiene en la Red de Solidaridad Popular una buena baza, como explicó Xana Reyes Fernández, coordinadora de la entidad en Gijón.

La responsable indicó cómo se organizan en asambleas y grupos de trabajo entre los que se cuentan una asesoría laboral, una despensa para recoger artículos infantiles de 0 a 3 años, una academia solidaria en la que se imparten clases de apoyo escolar a niños de familias en dificultades de manera gratuita, una despensa solidaria para aprovisionar de alimentos y productos de primera necesidad a familias víctimas de la crisis y un grupo de teatro.