La sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón, acaba de confirmar la pena de dos años y medio de cárcel impuesta a un exmilitar senegalés acusado de agredir a seis agentes del Cuerpo Nacional de Policía que pretendían detenerle en diciembre de 2014 como autor de una violación de la orden de alejamiento que le impedía acercarse a su ex mujer. Los magistrados entienden que aunque el reo no supiera que no podía comunicarse con su ex esa circunstancia no es excusa para agredir a los funcionarios. Tal y como se especificaba en la sentencia del Penal 1 los agentes se toparon en la calle con Papa Gore, quien "a grandes gritos, muy alterado y excitado" , según la sentencia, se enfrentó a ellos diciendo que les iba a matar a todos, "retándole a que se acercaran de dos en dos a detenerlo". Los agentes trataron de calmarlo, y cuando creían que lo habían conseguido, el senegalés lanzo una patada a uno de ellos y huyó a la carrera a refugiarse en un bar. Los agente siguieron insistiendo en que se entregara pacíficamente, según relata la sentencia, aunque tuvieron que desistir de ese empeño cuando Ndoye salió del bar lanzando patadas y puñetazos a los policías, que tuvieron que reducirlo por la fuerza. "Pese a la diferencia de número, el acusado opuso una fuerte oposición física", señala la sentencia, que reconoce que el acusado "al hacer fuerza levantaba a los agentes en el aire" . Los policías lograron ponerle los grilletes pero el senegalés siguió amenazándoles de muerte durante el traslado a Comisaría. También se negó a entrar en el calabozo, lo que obbligó de nuevo a emplear la fuerza. De resultas del enfrentamiento con el exmilitar africano, seis agentes sufrieron lesiones de distinta consideración, que en todos los casos requirieron de tratamiento médico. Además de hematomas en brazos y piernas y diversas contusiones , uno de los policías sufrió esguince y una contractura cervical.