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ROSA DÍEZ | Exdiputada de UPyD, presenta su libro "Los aventureros cuerdos"

"Está por ver si los españoles vuelven a votar a quienes acaban de defraudarles"

"No tengo tiempo para resentimientos teniendo tanto que agradecer a la - gente con la que estuve trabajando"

Rosa Díez, ayer, en Fomento, con un ejemplar de su libro. JUAN PLAZA

Rosa María Díez González (Sodupe, Vizcaya, 1952) militó muchos años en el PSOE y, luego, fundó Unión, Progreso y Democracia (UPyD). Con una larga trayectoria en el ejercicio de la política: fue consejera del Gobierno del País Vasco, eurodiputada y diputada nacional, ayer, en el Ateneo Jovellanos, presentó su libro titulado "Los aventureros cuerdos. Ocho años de rebelión magenta", el color de UPyD, un partido prácticamente desaparecido.

-¿Con qué objetivo escribió el libro, para vindicar, cobrarse algunas facturas...?

-No, es un libro que debo a los miles de compañeros y compañeras de UPyD que han hecho esta travesía de ocho años, esta rebelión magenta que llamo en el libro, que fue un gran servicio a España. Se lo debo a ellos, tengo que contar la historia para que se conozca y reconozca un trabajo que hoy ya es patrimonio de todos los españoles. También es un libro que repasa la historia de España en esos ocho años y las propuestas profundamente progresistas de UPyD en cada uno de esos momentos desde que nacimos en el año 2007.

-¿Considera que fue UPyD la primera formación política en "atacar" el bipartidismo?

-Fuimos el primer partido que dijo que el bipartidismo era el principal problema para la democracia, en el sentido de que había una anomalía, éramos el único país en el que las mayorías para gobernar España se hacían con partidos que no entienden España como nación.

-¿Por qué UPyD se deshace como un azucarillo en agua?

-Esa es una conclusión que tiene que extraer cada cual, seguramente no hay una única respuesta. Por qué el millón largo que nos votó en las generales de 2011 no nos votó en las de 2015, pues habrá muchas respuestas, tantas como españoles...

-¿Hubo traiciones?

-Realmente lo determinante de esos ocho años no es lo que hicieron cuatro, lo importante es lo que hicimos todos. Me parece que el comportamiento de las personas con nombre y apellidos que pueden aparecer en el libro y que aparecen son una cosa marginal. La historia de UPyD no es la de los cuatro o cinco que llegaron al partido para servirse del partido y se fueron a otro partido para servirse también.

-¿No tiene resentimiento a personas, como por ejemplo, el gijonés Ignacio Prendes?

-No tengo tiempo para resentimientos teniendo tanto que agradecer a la gente con la que estuve trabajando. Lo importante es el reconocimiento del trabajo bien hecho y las personas que vinieron a servirse y se fueron a servirse ya las calificarán los demás.

-¿Por qué es tan difícil en la política española la tercera vía, o lo que algunos llaman la "tercera España"?

-Creo que hay una "tercera España", que es la de la mayoría, pero es todavía pronto para que esa España triunfe en el sentido electoral. Pero es que somos una democracia muy joven, una sociedad poco vertebrada y acostumbrados a que haya dos partidos políticos que manden alternativamente. Hace falta tiempo, pedagogía y seguridad de que las cosas se pueden cambiar y que la democracia se puede regenerar, que fue lo que hicimos nosotros desde el principio.

-¿A qué achaca usted que el Partido Popular siga teniendo las mejores expectativas de voto?

-No es que aparezca en las encuestas, es que acaba de ganar las últimas elecciones. Pero el segundo partido también tiene bastantes salpicaduras de asuntos de corrupción. Creo que tiene que ver con una sociedad, como decía antes, con poca tradición democrática, y todavía hay millones de españoles que sólo se plantean votar a los mismos aunque les hayan defraudado, que no se plantean en su cabeza otra opción y que votar útil es votar para cada uno. Pero requiere su tiempo y mucha educación cívica, que no se da en España. Requiere un país mucho más homogéneo desde el punto de vista de la igualdad de todos los españoles, mucho más justo. En los últimos ocho años se ha producido en España una ruptura generacional e interterritorial, y eso pesa mucho, se ha producido un retroceso.

-¿Qué opina sobre lo que ocurrirá en las próximas elecciones generales?

-No estoy tan segura, como parecen estarlo todos los politólogos, de que el resultado será casi el mismo que en las anteriores; primero, las encuestas se equivocan siempre y, además, me parece que está por ver si los españoles vuelven a votar a quienes acaban ahora mismo de defraudarles. Segundo, aunque el resultado fuera parecido, que veremos, nadie se comportará de la misma manera que se comportó en estos últimos cuatro meses. No volverá a ocurrir en España que el Jefe del Estado encargue a un partido formar gobierno y diga "paso palabra", ni volverá a ocurrir que el partido número dos, sea cual sea, diga que con el número uno "ni me siento".

-¿El PSOE, su antiguo partido, se la juega en las próximas elecciones?

-Pedro Sánchez no se va a quedar en el paro, los que nos la jugamos somos los españoles; eso es lo que tenemos que asumir: que aquí, quien se la juega de verdad somos nosotros, ellos ya se arreglarán, y vamos a ir a las próximas elecciones con más conocimiento de causa muy cercano.

-Entre los asuntos que importan a todos está el futuro del sistema público de pensiones, que Mariano Rajoy acaba de introducir en el debate político...

-Pero es que lo ha estado negando siempre. Yo plantee este asunto varias veces en el Congreso de los Diputados, pero era un asunto tabú, cuando es clave. Pero es que no hay que decir que el sistema público está en riesgo, lo que se debe hacer es preguntar por qué y qué hay que hacer para que deje de estarlo. La caja común la estuvieron vaciando, también gobiernos anteriores, ya que había que rescatar Bankia, había que meter muchos miles de millones de euros para rescatar las cajas de ahorros que habían arruinado ellos mismos, los comunistas, los socialistas y los populares junto con los sindicatos, metiendo la mano en la caja. Rajoy tiene que decirlo y, a continuación, pedir perdón por no haber despolitizado la justicia, las cajas de ahorros a tiempo y decir qué van a hacer, ese es el gran debate, de dónde se va a dejar de malgastar, por ejemplo las diputaciones provinciales nos cuestan seis mil millones de euros al año, que no es una tontería.

-¿Realmente, quién gobierna, el Ejecutivo o los poderes económicos europeos?

-Siempre hay un grado de autonomía que puedes ejercer desde el gobierno y también puedes condicionar lo que se decida a nivel europeo. A las reuniones en Europa se puede ir de oyente o de influyente.

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