La última operación contra los asaltantes de pisos de Gijón se llevó a cabo, en buena medida, gracias al refuerzo de la vigilancia en las calles. Una patrulla de funcionarios de paisano que a finales de abril trabajaba la zona centro observaron a un hombre en actitud vigilante en las inmediaciones de un portal de la calle Casimiro Velasco. Decidieron identificarlo y descubrieron que dentro del inmueble había otros dos ladrones que intentaban asaltar inmuebles. Fue así como se detuvo a los acusados de robar en una treintena de pisos de toda Asturias.

Luego se supo que los delincuentes vivían en una pensión ilegal en la que pernoctaban los días que actuaban en Gijón. Su objetivo era dejar la comunidad cuanto antes para no ser vistos. Guardaban las joyas dentro de cojines rotos. De los tres acusados sólo uno tenía antecedentes penales. Era el líder de un grupo en el que le acompañaban dos jóvenes que acababan de llegar de Rumanía. Todos ellos ingresaron en prisión por orden del juez que se encontraba de guardia. Ahora permanecerán en la cárcel hasta que se celebre juicio.

Los acusados creían haber dado con un método infalible para el robo. Elegían siempre viviendas vacías pero en ocasiones no tenían suerte. Al menos tres veces fueron sorprendidos por los dueños de los pisos, que alertaron a la Policía de lo sucedido.