Además de intentar abrir mercado en nuevos sectores, como el de la energía nuclear, las grandes caldererías asturianas también están apostando por mejorar su competitividad desarrollando recipientes para la industria petroquímica de fuerte espesor y materiales complicados, además de ofrecer proyectos específicos llave en mano, en este último caso Duro Felguera.
La especialización en productos cada vez más complejos es la mejor forma de cubrirse frente a la competencia que puede acabar llegando de países emergentes, con menores costes de mano de obra, a medida que éstos vayan mejorando su producción. "Por eso siempre hay presión por ir a nuevos mercados con productos más complejos" en todos los talleres del sector en países desarrollados, explica Ricardo Álvarez.
El Itma colabora con la industria asturiana en el análisis de nuevos procesos productivos, para tratar de dar "saltos tecnológicos, para reducir costes relacionados con la fabricación, siendo más competitiva en tecnología y no tanto en reducción de costes de manos de obra".
El ingeniero del Itma ofreció una conferencia sobre "ensayos de fragilización por hidrógeno en materiales", es decir, cómo el hidrógeno reduce las propiedades de ciertos materiales que se usan en instalaciones de refinerías de petróleo. El Itma es uno de los pocos centros en el mundo que realizan ensayos de este tipo, mediante los que demuestran que algunos códigos de fabricación, "que suelen ser de origen americano", son imprecisos.
Estos ensayos son utilizados por los talleres de fabricación durante las conversaciones con el cliente sobre las condiciones que se exige al equipo a fabricar.
El Itma empezó a realizar este tipo de ensayos para talleres asturianos y de otras partes de España. Ahora también los hace para empresas de otros países europeos, lationoamericanos y asiáticos, entre ellos Corea. "Y luego ese conocimiento que nosotros adquirimos trabajando para empresas de otros países lo podemos capitalizar dando mejor servicio a las empresas regionales", añade.
