Duro Felguera Calderería Pesada (el Tallerón) e Idesa (con oficina técnica en Gijón y taller en Avilés) están tratando de dar el salto a la producción de equipamientos para la industria nuclear, diversificando así una producción centrada ahora en la industria del refino de petróleo.
El Tallerón e Idesa tienen amplia experiencia en la fabricación de reactores para destilar el petróleo. Se trata de recipientes que no sólo tienen que soportar elevadas presiones y temperaturas sino la corrosión de trabajar con una atmósfera de hidrógeno. Comparados con ellos, una vasija nuclear resulta sobre el papel más simple, dado que sólo debe soportar presión y calor. De hecho, para los recipientes que se usan en nucleares no se llegan a emplear chapas de acero de los grosores que se usan en la industria petroquímica, que alcanza los 250 milímetros. Sin embargo, al tratarse de energía nuclear es un mercado en el que es mucho más difícil entrar y además la producción está sometida a muchos más controles de calidad.
El salto a este sector lo están intentando dar ambos talleres asturianos de la mano del Itma. "La fabricación de recipientes a presión nucleares es un mercado mucho más reducido en el que ahora mismo las empresas asturianas están intentando hacerse un hueco y también estamos ayudando en ese aspecto", señaló Ricardo Álvarez Fernández, ingeniero del Itma que fue uno de los ponentes en el III Congreso internacional de soldadura, celebrado la semana pasada en Gijón.
El tipo de recipientes a presión que usan las nucleares no se limitan a las vasijas, sino que "existen varios tipos" y todos tienen en común "el que rigen códigos más restrictivos" por cuestiones de seguridad. Se trata de un mercado más reducido que el del refino de petróleo, pero el suministro de recipientes para las nucleares es más rentable. Los potenciales clientes en este sector están fundamentalmente en Estados Unido, China y Francia.