La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Redes que ya pescan trabajo

Tres empresas locales encargan la mejora de aparejos a los alumnos de un curso solidario de formación que busca generar empleo y recuperar oficios

15

Taller de arreglo de aparejos de pesca para desempleados

Tres empresas pesqueras de Gijón ya no van a tener que recurrir a profesionales gallegos para reparar o dotarse de sus necesarios aperos de pesca. Ahora mismo dieciséis desempleados de la ciudad apuran las cuatro horas diarias que dura su curso de rederos en El Musel para cumplir con el trabajo que les han encomendado: Hacer bolsas de ocle para los buzos de dos firmas que empiezan campaña el 1 de julio y limpiar las cuerdas de aparejos viejos de malla de un armador para que queden listas para nuevos montajes.

"Es el principio, pero seguro que podrán salir más cosas", sostiene Jorge González, presidente de Expoacción, la entidad gijonesa sin ánimo de lucro que de hacer festivales solidarios para recaudar fondos con destinos de lo más diverso, siempre comprometidos con la infancia y los desfavorecidos, ha pasado a involucrarse activamente en la ayuda a parados de la ciudad para que logren un empleo. Y este curso de rederos, organizado en colaboración con la Autoridad Portuaria de Gijón, no puede ir por mejor camino.

En realidad, la iniciativa de Expoacción no hace sino seguir la senda que hace un año abrió de forma experimental el grupo político Movimiento en Red. Como compromiso de acción contra el desempleo, el portavoz gijonés y cabeza visible de la formación política, Casimiro González Costales, promovió un curso semejante que ya apuntaba maneras. "Ahora lo hemos hecho de una forma más reposada y con un diseño más pensado y organizado", explica González Costales, exlíder de la UGT nacional del sector de pesca y amplio conocedor de un mundo, el de los marinos, al que dedicó más de 30 años "pasando por todos los puestos: marinero, contramaestre, patrón, cocinero, mecánico y también, claro está, redero".

Con esa experiencia a sus espaldas, González Costales también era sabedor de que el oficio tradicional de redero está de capa caída en Asturias desde hace décadas, y casi en extinción en Gijón. "Como mucho quedan algunos artesanos ejerciendo aisladamente en Lastres, en Avilés, quizá en Luarca... pero en Gijón ya no veías a nadie", explica. Lo que estaba obligando a que los armadores y pescadores gijoneses recurrieran a los profesionales gallegos para confeccionar y reparar sus artilugios. "No sólo estábamos perdiendo de tener unos empleos aquí, en Gijón, sino que además nuestras empresas estaban dejando el dinero fuera", razona González Costales.

Con la motivación de ofrecer sus conocimientos a quienes estuvieran interesados, y con el arrope de Expoacción, el pasado mes de abril se puso en marcha un curso de formación dotado de clases teóricas y prácticas que se prolongará hasta mediados de junio. Cuatro horas todas las tardes, de lunes a viernes, han dado sus frutos y la pericia de sus alumnos le ha permitido empezar a aceptar encargos de empresas locales.

De los 18 alumnos que iniciaron la formación como rederos, siguen en el aula 16, muy motivados. Todos son desempleados, algunos de larga duración, y su relación con el mundo marino era escasa o nula. "En el grupo hay carpinteros, fontaneros, marmolistas, amas de casa... de todo. Algunos de más de 50 años y otros jóvenes", explica el tutor que no ingresa por sus horas de enseñanza nada más que "el agradecimiento de la gente y la sensación de que estoy haciendo algo, aportando mi granito de arena y mis conocimientos para combatir eso tan complejo y tan descorazonador como es el paro. Que acaba con la autoestima de la gente a fuerza de meterles en una espiral muy negativa y sin perspectivas", cuenta el profesor. Tan motivados están sus alumnos, que no le permiten ni acabar 15 minutos antes sus clases. "Siempre me dicen que aún están en horario del curso", relata. Aunque los encargos actuales no se van a cobrar a precio de mercado, "porque son alumnos en formación, no lo olvidemos", la brecha que se ha abierto apunta a que si del grupo pudiera salir una asociación de rederos, algunos ingresos constantes podrían estar garantizados. "Hay buenas perspectivas, pero lo mejor es haber abierto camino", sostienen los promotores.

Compartir el artículo

stats