Los vecinos de La Picota, barrio de la parroquia de Tremañes, quieren seguir siendo núcleo rural. El nuevo Plan General de Ordenación, aprobado inicialmente en el Pleno, pretende que varias fincas de la zona pasen a catalogarse de suelo urbano no consolidado de uso residencial, en vistas al desarrollo de un futuro plan urbanístico en el área. Ello implicaría para los propietarios afectados que "en tanto se pruebe el plan especial" se suspendan "licencias de parcelación, edificación de nueva planta y ampliación". Un perjuicio que los afectados no están dispuestos a asumir, máxime cuando entienden que ese plan urbanístico residencial no verá la luz. "Se nos establecen unas limitaciones tan estrictas que lo único que van a conseguir es la degradación paulatina de ese espacio de Tremañes", señalan los alegantes.

Éstos recuerdan que "en el PGO anulado ya se establecía un plazo de tres años para el desarrollo del planeamiento (en La Picota), cosa que no se produjo, y ese mismo plazo se establece ahora en 2016". A ello, los vecinos agregan que "dadas las circunstancias, principalmente económicas, entendemos que no se va a desarrollar". Por eso reclaman que se mantenga la zona como núcleo rural, tal y como estaba en el plan urbanístico de 1999, el vigente en la actualidad tras la anulación judicial del PGO de 2011.

"Lo mejor sería retornar a la situación de 1999, es decir, de núcleo rural. Con ello entendemos que no se causa perjuicio a nadie, se posibilita la rehabilitación de viviendas y se consigue por parte de los residentes el mantenimiento de un espacio verde en la zona periurbana de Gijón", argumentan los alegantes.

En sus alegaciones, recuerdan que "desde 1999 no se han producido variaciones sustanciales en el uso ni en el hábitat, realizándose actividades agrícolas y ganaderas a pequeña escala y a nivel individual por los residentes". Recalcan que la conversión en suelo residencial a expensas de que se desarrolle un plan especial implica "una restricción de cara a la restauración de viviendas, impedimentos para el mantenimiento o emprendimiento de las pequeñas explotaciones agrícolas, ganaderas o artesanales, además de, lo más importante, inseguridad jurídica para los propietarios".