La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La saturación de la hemodiálisis obliga a rechazar peticiones de pacientes en verano

Una decena de enfermos renales de fuera de Gijón deben cambiar sus vacaciones al no disponer de máquinas para dializarse

Una enfermera maneja una de las máquinas de la unidad de hemodiálisis abierta en Mieres. SILVEIRA

La saturación de las unidades de diálisis del área va a dejar sin vacaciones en Gijón a algunos enfermos renales. Al menos una decena de pacientes crónicos que habían solicitado venir a dializarse en el concejo en los meses de julio y agosto, y para quienes la Asociación para la Lucha contra las Enfermedades del Riñón (Alcer) intentó tramitar una plaza en Cruz Roja, ya han visto rechazadas sus solicitudes por imposibilidad de disponer de máquinas libres.

Desde hace meses, en Cruz Roja se está atendiendo a la máxima capacidad del centro, 80 pacientes, en turnos que llegan hasta las cinco de la madrugada. Por ahora, pese al interés del Sespa por anular ese turno, la situación de demanda no lo ha hecho posible. Esa circunstancia que se vive en Gijón es la que ha llevado al Sespa a planificar la apertura de otra unidad de diálisis, con posibilidad de acoger a 30-32 pacientes, en el hospital de Jove. Pese a que la organización de la unidad está en marcha y se trabaja en la contratación de las máquinas y el equipamiento necesario, desde la gerencia del Jove se advertía esta semana que dificilmente se podrá disponer de la hemodiálisis antes de agosto o septiembre.

Y sin ese apoyo de Jove para el verano, la planificación del vacaciones de algunos enfermos renales va a tener que modificarse. Desde hace años muchos enfermos crónicos que dependen de que una máquina realice puntualmente -hasta tres veces por semana- la depuración de su sangre no renuncian a vivir sin poder hacer algún desplazamiento de ocio. Pero eso sí, la organización de sus viajes debe hacerse con bastante antelación y sabiendo que además de alojamiento están obligados a tener una plaza hospitalaria garantizada donde hacer su diálisis. Para ello cuentan con la colaboración de Alcer, la asociación que gestiona todos esos desplazamientos. El año pasado fueron 21 los asturianos que tramitaron una plaza en alguna unidad de hemodiálisis de España, para poder irse de vacaciones a localidades como Valencia, Lugo, Barcelona, Coruña, Málaga, Ferrol, Sevilla, Madrid, León, Mallorca o Castellón. Incluso se posibilitó que una persona pudiera desplazarse a Rumanía con la garantía de que iba a dializarse puntualmente.

En lo que va de año la asociación Alcer ha tramitado 17 solicitudes de asturianos que quieren pasar algún tiempo de vacaciones fuera de la región, lo que implica que sean aceptados en unidades de hemodiálisis cercanas a sus puntos de descanso. Es obligatorio, para que les busquen un centro sanitario de referencia, que el paciente aporte un domicilio fijo donde se le pueda localizar en vacaciones, y a partir de ahí entra en juego la búsqueda de máquinas en centros que no estén muy lejanos. En Cruz Roja todos los años admiten a pacientes de paso por vacaciones, hasta treinta algún año. Pero este año veranear en Gijón está más complicado para los enfermos renales por la saturación de sus unidades.

Compartir el artículo

stats