Catorce años después de su instalación en el hospital de Cabueñes, la resonancia magnética del centro gijonés va a sufrir una actualización que va a permitir que el diagnóstico por imagen en el centro sanitario gijonés dé un salto de calidad significativo, especialmente en lo relativo al estudio de tumores.
La Consejería de Sanidad anunciaba ayer para este año una inversión de 2,1 millones de euros en equipamientos sanitarios destinados a los distintos hospitales de la región. En el caso de Cabueñes, según especificó Miguel Herrero, director de gestión, serán 580.800 euros los que se dedicarán a un contrato que incluye mantenimiento por cuatro años y actualización de la resonancia magnética del servicio de Radiodiagnóstico gijonés. Un equipo que al año está resolviendo más de 6.000 pruebas y que con la revisión de su software permitirá llevar a cabo estudios para los que ahora no estaba capacitado, de mayor nivel de complejidad y precisión.
"Lo necesitábamos, sin duda. En Cabueñes tenemos un equipo que en su día fue muy bueno y, aunque tuvo algunas mejoras técnicas en estos años, con esta revisión que se va a llevar a cabo podrá permitirnos nuevos y mejores estudios que ya nos estaban demandando los especialistas", explicó ayer la jefa del servicio de Rayos, Yolanda García Alonso. Según García Alonso, la inversión aportará más potencialidad, entre otros, a los estudios de mama, del intestino (conocidas como enterorresonancias) y del sistema nervioso; permitirá que se puedan hacer estudios de cuerpo entero, para extensión de tumores, también tractografías en resonancia cerebral y estudios de cáncer de próstata.
Otra novedad, que además evitará los desplazamientos de pacientes a Jove, es que posibilitará la realización de resonancias de corazón. "Con la actualización nos quedará casi como si tuviéramos un aparato nuevo", sostiene la jefa del servicio. Será sobre todo un recurso diagnóstico que mejorará la lectura de tumores "porque nos permitirá identificarlos en estados más precoces y también aportará más precisión a la hora de determinar en qué estadío se encuentran", explicó García Alonso, un aspecto -este último- que tiene relevancia en cuanto a los tratamientos.
En lo que respecta al número de pruebas, en el servicio barajan que con el aparato actualizado "no podremos crecer mucho en estudios, porque ya estamos a niveles de actividad y rendimientos muy altos". De hecho, las citas para una resonancia se llevan a cabo en Cabueñes toda la semana, incluido los domingos -aunque no en la actualidad, por la falta de un técnico-.
Cabueñes prevé resolver el expediente del contrato lo antes posible, aunque con los plazos que se manejan la revisión del equipo no podría iniciarse antes del verano. Esa época, precisamente, es la que más interesa al servicio ya que coincidiría con vacaciones y menor actividad, lo que sería muy conveniente ya que la actualización obligará a cesar los estudios durante unas tres semanas.
Una vez que el equipo esté revisado y con la actualización tecnológica en marcha, Cabueñes prevé reducir el número de pacientes que se derivan a otros centros para hacer estudios complejos. Pero la derivación se mantendrá, principalmente hacia el hospital de Jove, y será de pacientes que están engrosando la lista de espera. Cabueñes, según los registros a cierre del mes de abril, tiene 1.726 pacientes en lista de espera para hacer una resonancia, y otros 1.667 tiene el hospital de Jove.
