Reconocer que existe un problema y levantar el teléfono para pedir ayuda no es fácil. Y lo saben muy bien los 104 voluntarios con los que cuenta el Teléfono de la Esperanza en Asturias. Sólo el año pasado estas "voces solidarias" atendieron 7.209 llamadas de 380 usuarios con los que mantuvieron 2.272 horas de conversación. Un trabajo que irá a más en los próximos meses después de que ayer la asociación inaugurara su nuevo servicio en la ciudad de Gijón.

"Las asociaciones no gubernamentales como vosotros juegan un papel esencial en asuntos de salud a los que no llegamos los servicios públicos de sanidad", afirmó ayer durante la presentación del nuevo servicio del Teléfono de la Esperanza de Asturias el gerente del área sanitaria V del Principado, Miguel Rodríguez. El responsable sanitario animó a los voluntarios a "seguir con su labor". No fue el único que dedicó palabras de aliento a los trabajadores de esta asociación benéfica, a los que también alabó la Alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón.

"Este servicio lleva 40 años en Asturias y estamos muy satisfechos de que hayan llegado por fin a la ciudad de Gijón. Los voluntarios cuidan de la salud emocional de las personas y eso es muy importante. En esta sociedad en la que tanto se cuida el cuerpo también hay que trabajar con la mente y con un concepto de salud más amplio", afirmó la regidora gijonesa, quién también pidió a los voluntarios "que se sientan orgullosos de su inestimable labor".

El Teléfono de la Esperanza de Asturias celebró estos días su llegada a Gijón con dos jornadas de charlas y conferencias en las que presentaron sus servicios. Además de atender las llamadas, los voluntarios organizan grupos de terapias y reuniones en las que intentan ayudar a quienes lo solicitan. Los actos organizados por la asociación concluyeron ayer por la noche con una fiesta benéfica que se celebró en el Casino de Asturias. La entrada al evento costaba 24 euros.