Gijón cumplió un año más, y a pesar de la lluvia, con la tradición del Corpus Christi. La procesión salió puntual a las siete y media de la tarde del interior de la iglesia de San Pedro después de una misa que había sido oficiada por el arzobispo Jesús Sanz Montes y en la que el religioso recordó sus años de seminarista en Toledo. En el oficio religioso también participó el párroco de San Pedro, Javier Gómez Cuesta.