Izquierda Unida concentró ayer sus fuerzas municipales -los concejales Aurelio Martín y Ana Castaño- y regionales -Manuel González Orviz y Ovidio Zapico- para exigir desde el Ayuntamiento de Gijón una "solución urgente" a los problemas de vertido de aguas sin depurar que suponen la paralización judicial de la depuradora del Este y la falta del pretratamiento que, en su momento, se realizaba desde La Plantona. Una solución que pasa, en su opinión, por dar inicio cuanto antes a los contactos entre las tres administraciones implicadas: Ayuntamiento, Principado y Estado. En ese línea va la pregunta que Zapico ha tramitado con carácter urgente para ser contestada en la Junta General del Principado en su sesión plenaria de este jueves.

"Aquí está pasando eso del tira p´alante que libras; algo que también pasa con otras muchas cosas pero que Gijón pueda estar años sin depuración es una barbaridad. Y no vale ponerse de perfil hasta que pare de llover. Entre otras cosas porque la Comunidad Europea no nos lo va a permitir", concretó el concejal Aurelio Martín.

Orviz, por su parte, pidió que la reflexión polítíca vaya más allá de tener en consideración "los efectos estéticos o los efectos que puedan tener sobre la temporada de baños en playas como San Lorenzo y Peñarrubia. Es un problema mucho más profundo: se están vertiendo aguas contaminadas, eso no puede ser. No debemos convertir nuestra costa en una cloaca".

Así las cosas, y aunque la base del problema sea la sentencia judicial a favor de los intereses de los vecinos que pleitearon contra esta instalación, IU quiere que todas las administraciones se sienten a la mesa para trabajar en la búsqueda de una solución definitiva. Y que lo hagan ya. "Imploramos que se reúnan cuanto antes", concretó Martín. El Ministerio de Medio Ambiente tiene en mente, por un lado, una retramitación de los procedimientos que legalice la instalación del Pisón y, a más corto plazo, pedir en la ejecución de sentencia que se permita poner en marcha la parte de la depuradora que se ocuparía de realizar los trabajos de desengrasado y desarenado. Un tratamiento que ya se tenía pero que quedó anulado al incorporarse la Plantona al complejo de la depuradora. "Desmantelar la Plantona sin estar en funcionamiento la estación de depuración fue una absoluta irresponsabilidad", criticó Martín.