En 1862 un vecino de nombre José María Martínez Marina solicita un permiso "al señor alcalde constitucional de Gijón" para establecer en el barrio una fábrica de fósforos. El motivo para iniciar esa actividad no es otro que la expansión que en aquel momento experimentó la producción de cerillas en el norte de la península. Pese a ello, el desarrollo de ese negocio apenas duraría una década, al verse mermada su capacidad por culpa de un "impopular y elevado impuesto sobre el gremio de fosforeros, que pronto se vieron incapaces de afrontar".

La historia de la fábrica "La Cerillera" trae de cabeza a Amigos de La Calzada, un colectivo preocupado por la conservación y difusión del patrimonio histórico, social y económico de la zona, como así demuestra la exposición fotográfica "Gijón Oeste, una memoria industrial" que han tenido expuesta -hasta hoy- en la sala de exposiciones del Ateneo de La Calzada.

Poco más conocen de una fábrica que "dio nombre al barrio" de El Cerillero y que llegó a ser objeto de una subasta pública en febrero de 1897, momento en el que Martínez Marina falleció. También se sabe que la propiedad se encontraba muy cerca de "la fuente de Cultura e Higiene" y de las cuatro casas conocidas como "les casines de El Cerilleru", que en su caso se situaban en la carretera de Avilés. Para conseguir más datos, de "La Cerillera" y de cuantas empresas estén aún en el recuerdo del barrio, Amigos de La Calzada ha mantenido en las últimas semanas en la sala del Ateneo una serie de pizarras que los visitantes han podido rellenar con sus conocimientos. Quería recopilar todo tipo de información y están abiertos a sugerencias, como así atestiguan las pegatinas que pueden colocarse en el mapa que acompaña a la exposición para ampliar las ubicaciones de las fábricas que son mencionadas en la muestra. De momento, nadie ha logrado acordarse de detalle alguno sobre "La Cerillera", aunque sí se han compartido decenas de apuntes sobre el pasado y presente industrial de La Calzada.

En las pizarras, incluso, se han producido debates a base de trazo de rotulador azul, negro y rojo. Es el caso de los comentarios escritos sobre la ubicación de "Carpintería Lotario", que uno sitúa "detrás de la cordelería Baras", frente a "una confitería muy famosa regentada por el padre de Balbino". Es algo con lo que coincide un segundo visitante, que agrega que se encontraba "muy cerca de la Sierra de Antón", pero que desmiente un tercero. "Está mal ubicada. Se encontraba en la esquina de la calle de Pizarro con la de Hernán Cortes", añade. Lo mismo sucede con "Constructora Internacional", cuya ubicación no tienen demasiado clara en Amigos de La Calzada. Los visitanes también dudan. En concreto, entre dos solares cercanos. Uno situado junto al Hospital de Jove y otro al lado del restaurante Casa Dulce.

Pero no todo consiste en discutir. La idea que más ha calado ha sido la de preguntar a los visitantes por otras fábricas que no están mencionadas en la exposición. El objetivo es ampliar un listado ya de por sí muy extenso, fruto de una historia industrial que ha configurado a la zona oeste. Así, la tinta de los rotuladores ha servido para repasar décadas de industria gijonesa, como es el caso de "Maderas Lantero", que, según se puede leer, "se desmanteló al llegar la autopista 'Y'". "Se dejó pudrir abandonada en el solar del Museo del Ferrocarril una de las mayores estructuras de madera de España en los años 80", indica el anónimo apunte.

Todas aquellas personas que aún no hayan visitado la exposición y quieran compartir sus recuerdos podrán hacerlo hasta hoy, ya que la muestra echará el cierre esta tarde.