Están de acuerdo con que se indemnice a las divorciadas que quedaron al cuidado de los hijos y de las labores domésticas mientras el hombre con el que estaban casadas en régimen de separación de bienes generaba ingresos para su propio patrimonio; pero piden que los jueces tengan en cuenta las circunstancias personales de cada caso. Los expertos en derecho consultados por este periódico se mostraron ayer de acuerdo con la sentencia de la Audiencia Provincial que otorga a una gijonesa una indemnización de 74.000 euros como compensación por su trabajo como ama de casa durante los diez años que duró su matrimonio con el dueño de una sidrería. Pero piden cautela a los jueces.
Lo novedoso del fallo, señalan los expertos en derecho de familia, es que la Audiencia siga el criterio fijado el año pasado por el Supremo y fije la cuantía de la indemnización "sin discriminar el mayor o menor patrimonio de los cónyuges". Los jueces hacen un cálculo sencillo: multiplican los cien meses que duró el matrimonio por el salario mínimo interprofesional. "A la hora de fijar la cuantía habría que valorar el caso personal de cada pleiteante, no deberíamos ser tan estrictos en la aplicación de la norma, pero es verdad que si el demandado obtuvo un beneficio por estar casado con una persona que asumía gratis las tareas del hogar eso se debe compensar", señala Ángel Luis Campo, magistrado de la Audiencia Provincial. "Es importante no confundir esta indemnización con la pensión compensatoria, que se puede imponer con independencia del régimen económico matrimonial para equilibrar la situación que pueda generar la separación.
Esa pensión normalmente es temporal y viene a suponer un mecanismo para que el cónyuge más perjudicado tenga margen para readaptar su vida a la nueva situación", explica por su parte la abogada Ana Gloria Rodríguez. El letrado Antonio Díaz añade que en este tipo de casos se pueden ver indemnizaciones mucho mayores. "Imaginemos una señora que lleva casada 40 años y no diez como este caso", puntualiza el jurista. Este abogado hace hincapié en que "normalmente los que se casan en separación de bienes es porque tienen patrimonio que proteger".
En el caso que acaba de salir a la luz pública y que abre la puerta a futuras indemnizaciones, el demandado, dueño de una sidrería, declaró unos ingreso mensuales de unos 30.000 euros a los que habría que restar los casi 12.000 euros de gastos de mantenimiento de su establecimiento. Además de la indemnización, el hostelero tendrá que pasar 700 euros a su exmujer para cubrir las necesidades de sus hijos -que vivirán en el piso familiar del que sale el acusado a pesar de que tiene que seguir pagando la hipoteca-, y otros 350 euros en concepto de pensión compensatoria. Tampoco se muestra contraria a estas indemnizaciones la asociación de Padres de Familia Separados de Asturias. Su presidente, Luis Manuel López, exige únicamente que este criterio se mantenga sin distinguir entre sexos. "Estamos demasiado acostumbrados a que se beneficie a las mujeres y hay muchos hombres también casados en separación de bienes que se hacen cargo de las tareas domésticas", enfatiza López.
