En la parroquia del Corazón de María llevan a gala ser "una gran familia", una piña compuesta por generaciones que se suceden, familias que se conocen de siempre y hasta matrimonios surgidos de las colonias infantiles y las actividades de voluntariado. Ayer culminaron las celebraciones por el medio siglo de una parroquia que nació mucho más amplia, extendiéndose incluso por El Coto, y lo hicieron a lo grande: con comida para un centenar largo de personas y una misa oficiada por el Arzobispo, Jesús Sanz Montes.

El balance que hacen quienes han participado de la vida parroquial a lo largo de décadas es "fantástico", porque, como señalaba ayer una de las veteranas, Pili García, "hemos logrado fidelizar a la gente, aquí se juntan abuelos, padres y nietos; por los campamentos pasaron chavales que ahora ya son padres y siguen enviando a sus hijos", señala la activa colaboradora del día a día de la parroquia.

Entre las muchas actividades que celebran se cuentan el programa "Punto de apoyo", para procurar actividades a los mayores solos, las actividades de Cáritas, el voluntariado juvenil, la acción pastoral y las misas para niños y adolescentes los últimos domingos de mes, uno de los últimos planes para "vincular a los más jóvenes a la colectividad", señala por su parte Aitor Castaño, coordinador de acción pastoral del colegio. Un centro al que la parroquia va "íntimamente unida, es nuestra cantera y siempre hacemos cosas de manera conjunta", asegura. Para los chavales se han pensado actividades de voluntariado, talleres de guitarra, una escuela de tiempo libre y múltiples actividades con gran afluencia. Y con gran cercanía, destaca Castaño, para quien el punto fuerte de la parroquia es el ser "un lugar permanente de acogida a la gente".

En la comida de hermandad y la misa de ayer se recordó a párrocos como el padre Valderrama, el primero del Codema, el padre Blanco, el padre Belderraín o los ya fallecidos Maximino Salgado, playu de pro, o Basilio Montañana, quien falleció hace un par de meses. Una forma de "rendir homenaje a quienes pusieron esto en marcha", señalaba Dolores Casielles, directora de Cáritas parroquial. Casielles enumera orgullosa todas las actividades que se desarrollan en el Codema, desde el carnaval juvenil hasta la lotería con los mayores o los grupos de oración. Pruebas de que la parroquia "está más viva que nunca".