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JOSÉ ANTONIO ORVIZ | Presidente de la Federación Aeronáutica del Principado

"No es cien por cien seguro volar en parapente con algunas empresas"

"Estas firmas nacieron como hongos y la formación a veces deja mucho que desear; he visto cosas para hacerse mil cruces"

José Antonio Orviz. MARCOS LEÓN

José Antonio Orviz preside la Federación Areonáutica del Principado (Fapastur) y está a punto de renovar por otro mandato. En plena polémica entre parapentistas por el uso de una parcela en la Colina del Cuervo, habla sin tapujos de la situación de esta disciplina (incluida en la federación que preside) y el creciente negocio asociado a la misma.

-¿En qué consiste Fapastur?

-La federación comprende las diez modalidades aeronáuticas. Cinco tienen una regulación propia por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa), que exige certificados y licencias: vuelo con motor, vuelo acrobático, vuelo a vela, aerostación y ultraligeros. Y hay otras cinco que a día de hoy siguen sin tener regulación clara: parapente, paramotor, aeromodelismo, paracaidismo y ala delta. No tienen regulación específica por Aesa. Ante el vacío legal, de una forma expresa pero no a nivel legal, Aesa transfirió su control a las federaciones deportivas. Y es la situación actual, muy ambigua. No tenemos una potestad sancionadora más allá de la competición; no tenemos una capacidad normativa de obligado cumplimiento... Quien practica estas modalidades no está obligado a tener licencia.

-Es decir, el sector del parapente está sin regular.

-Exacto. A la federación deportiva nos han dejado un margen de maniobra, pero nuestra normativa sólo es de obligado cumplimiento para nuestros federados. El parapente -y no sólo esta modalidad, pues ocurre lo mismo con paramotor o incluso aeromodelismo- tiene ya tres vertientes: la deportiva, la de ocio y, luego, la lucrativa. Y ahí empiezan los problemas, en el momento que a una actividad puramente deportiva se suma un nicho de negocio.

-¿No se le exige ninguna licencia o acreditación a las empresas de vuelos en parapente?

-No. Lo único que se exige es que se dé de alta en Turismo, cumpla con sus obligaciones fiscales, y se acabó. Sí existe desde hace poco una titulación de técnico deportivo en parapente, dependiente de Educación, que ha venido a añadir confusión, porque a entender de la Federación Española, faculta para la formación a nivel teórico pero no práctico. Es decir, Educación faculta para lecciones teóricas, pero en el momento que separamos los pies del suelo las competencias son de Aesa, que no ha dicho nada.

-¿Entonces cualquiera puede ofrecer vuelos en parapente a cambio de dinero?

-Hay muchas dudas de si eso es legal o no.

-¿Qué volumen supone el parapente en su federación?

-El parapente era, hace diez o doce años, el deporte mayoritario dentro de la federación. Llegó a tener un techo de 120 o 130 licencias en el año. Pero comienza la crisis, la actividad deportiva y de competición decrece y simultáneamente empieza a crecer la lucrativa. Hay un trasvase de actividad deportiva a lucrativa.

-¿Y la lucrativa se federa?

-Algunos sí, la mayoría no.

-¿Por eso descendieron los federados en parapente?

-Sí, de hecho andamos en nuestros números más bajos.

-¿Y estiman cuántas empresas de parapente habrá?

-Exacto no, porque nacieron como hongos. He visto cosas que son para hacerse mil cruces. Ya no con el conflicto del parapente en la Colina del Cuervo. En el verano pasado, un exdeportista -y lo es porque tuvo licencia hace años y dejó de sacarla- se dedicó a despegar desde la parcela del campus que estuvo destinada para la "Semana negra" con un paramotor y sobrevolar el recinto de la Feria de Muestras para publicitar su empresa. Un auténtico descerebrado. A nivel de titulación aeronáutica no tiene nada y opera como empresa.

-En Gijón se publicita mucho el negocio del parapente. ¿Actúa el Ayuntamiento?

-Es conocedor de que existe un vacío legal y no puede entrometerse en temas no legislados. La competencia aérea es de Aesa. El Ayuntamiento pierde toda capacidad en cuanto sales del suelo.

-¿Y no podría exigir algo a los que despegan de Gijón?

-Tampoco lo tengo claro. El problema es ése. Nosotros como federación no podemos hacer nada para controlar el sector lucrativo del parapente, pero sí nos genera inquietud porque va a perjudicar a la actividad deportiva, que es la que nos interesa. No es nuevo el mercantilismo, ya existía antes, pero a otros niveles. Algún club con escuela formaba a gente para costear sus gastos.

-¿No quieren que esa parte mercantil se regularice dentro de la federación?

-No. A nosotros nos interesa la promoción de la práctica deportiva y la competición. Pero nos influye, porque con el parapente ocurre que según las condiciones meteorológicas cada día es bueno despegar de uno o dos puntos, y todos confluyen en ellos, tanto los deportistas, como los que lo practican por ocio, como las empresas lucrativas. Si es día para la Colina (del Cuervo), todos van ahí, porque ese día es malo para Xagó y no es tan bueno para el Picu'l Sol. En cualquier caso, sí entendemos que esa parte lucrativa se debería regular de alguna forma, y debería ser a nivel nacional con Aesa.

-¿Diría que es cien por cien seguro volar en parapente con alguna de esas empresas?

-Rotundamente no. No los conozco a todos, pero sí a algunos. Y muchos de ellos tienen una formación que deja mucho que desear. Sobre todo por una razón: el deportista, el día que llega un despegue y las condiciones son dudosas, recoge sus bártulos y se va; el que está con una actividad de lucro y una lista de espera de 200 o 250 personas para volar, va a sacarlas aunque las condiciones no sean las mejores. Es lo que menos nos gusta.

-¿Es un deporte peligroso?

-Guste o no es un deporte de riesgo por el índice de siniestralidad que tiene. Así de claro. A nivel nacional tenemos una tasa de siniestros graves de un 2% o 3% sobre el número de licencias existentes. Y eso sólo en cuanto a federados, que hay muchos más practicantes. Y no sólo afecta al novato, sino al experto.

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