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El Musel acopia arcilla de desecho de canteras para su envío al norte de África

Global Atac prepara el embarque en la ampliación del puerto de las primeras 15.000 toneladas para una prueba industrial en una cerámica marroquí

Un material que rechaza la industria cerámica europea, resulta apetecible para los países del norte de África. Esa es la idea que ha llevado a la empresa madrileña Global Atac, del asturiano Víctor Manuel Suárez Prado, a comenzar a acopiar en la ampliación de El Musel arcillas de desecho de canteras de la zona de La Espina, para hacer un primer envío a Marruecos de 15.000 toneladas. Allí, una empresa marroquí hará una prueba industrial con ese material y, si el resultado es satisfactorio, habrá más pedidos y el puerto gijonés habrá dado el primer paso para un nuevo tráfico regular de graneles.

Los materiales que se van a exportar, hasta ahora suponían un estorbo para las canteras, que los usaban como rellenos de sus explotaciones o tenían que enviarlos a vertedero. Se trata de un material cuya base es la arcilla, pero que está mezclada con piedras y sílice, además de contener trazas de hierro y potasio, algo que rechaza la industria europea de materiales cerámicos para la construcción al tener un alto estándar de calidad para el que no es apropiado este material; entre otras cosas por el color que adquieren los productos terminados cuando el hierro que contienen se acaba oxidando, con el paso del tiempo o por las dificultades para hacer piezas grandes por la sílice. Por el contrario, en la industria del norte de África este material arcillas se aprecia dado que su composición hace más duras y resistentes las piezas de cerámica, aunque tengan que ser de menor tamaño, explica Víctor Manuel Suárez.

Global Atac lleva acopiadas ya 10.000 toneladas en la explanada norte de la ampliación, en concreto en el arranque del contradique. Se trata de una de las pocas zonas hormigonadas en esa explanada y donde la empresa tiene una autorización temporal para ocupar 2.000 m2.

Aún faltan por llegar a puerto otras 5.000 toneladas, de aquí a agosto. El ritmo de los acopios es el que marca la actividad de las canteras suministradoras.

El material será embarcado en un sólo buque o en dos, en función de las características del puerto marroquí de destino, alternativas que aún se están negociando con el cliente. Al tratarse de un desecho, el principal coste de la operación no es el material en sí, sino el logístico, por lo que la preferencia de la empresa española es que los embarques sean los mayores posibles.

Global Atac, cuya sede central está en Madrid, tiene intención de concentrar en El Musel sus operaciones portuarias en España, para lo que ha solicitado en concesión una parcela de 8.288 m², la denominada Stella Maris, en la primera alineación de ribera. Esta solicitud se encuentra en trámite de competencia. Tanto esta parcela cuya concesión solicita a largo plazo, como la que está ocupando temporalmente en la ampliación, tienen en común que no se encuentran en primera linea de atraque, lo que abarata su coste.

En la parcela que solicita en concesión en la zona vieja del Puerto no sólo prevé almacenar graneles, como las arcillas, sino también maquinaria y piezas de ingeniería. En la actualidad la empresa está utilizando el puerto de Huelva para este último tipo de tráficos, que prevé traer para El Musel.

La arcilla no es el único granel con el que opera Global Atac, que está posicionada en el Pacífico, en Perú, desde donde exporta antracita fundamentalmente para siderurgias de EE UU, país a donde acaban de enviar un cargamento de 35.000 toneladas. La empresa también está analizando la viabilidad de importar por El Musel arenas feldespáticas de Turquía, que se utilizan en la industria del vidrio y en la cerámica refractaria, agrega el empresario.

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