La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Figura De La Semana | ALBERTO ENTRERRÍOS | JUGADOR DE BALONMANO, ACABA DE RETIRARSE TRAS 20 TEMPORADAS EN LA ÉLITE

El balonmano pierde su rock and roll

El gijonés, que disputó el pasado fin de semana su último partido como profesional, deja el mejor palmarés de este deporte en España

El balonmano pierde su rock and roll

Alberto Entrerríos (Gijón, 7 noviembre de 1976) acaba de poner punto final a una trayectoria de 20 temporadas en el balonmano profesional. Esto ya de por sí merecería los elogios de todo el mundo pero es que su palmarés llenaría varios folios y, sin lugar a duda, le convierte en el mejor jugador asturiano -y uno de los mejores de España- de toda la historia.

Lejos quedan aquellos inicios en las pistas del colegio Noega a las órdenes de Alberto Suárez, con el que se inició y progresó hasta que en la categoría junior debutó en la Liga Asobal en las filas del Naranco de Oviedo. Alberto fue pieza clave en la formación del otro Alberto que, en sus inicios, no era de los mejores. Hasta el punto de que amagó con dejar de jugar en más de una ocasión. Pero poco a poco y con trabajo y perseverancia, suya y de sus entrenadores, Alberto fue haciéndose jugador. Clave fue la temporada en la que cumplía como cadete y en la que en poco más de un año creció 15 centímetros dejando entrever un cuerpo que superó el 1,90 de altura y los 100 kilos de puro músculo. Su temporada en el Naranco llamó la atención del Ademar que le incorporó a sus filas. Allí jugó desde 1998 hasta 2001 y logró su primer título, el de liga de la temporada 2000-01. El Barcelona le fichó pero sólo estuvo una temporada, aunque en ella logró su segundo título liguero. Llegan entonces las mejores temporadas de su historia ya en las filas del Ciudad Real donde lo ganó todo: Liga, Copa del Rey, Copa de Europa, campeón del Mundo de clubes... y en todos ellos Alberto Entrerríos tuvo un papel preponderante. El gijonés fue elegido mejor jugador de la liga en tres ocasiones y componente del equipo ideal en otra más. Por supuesto, fue internacional en todas las categorías hasta llegar en 1998 a la absoluta con la que disputó 238 partidos y marcó más de 700 goles a lo largo de 15 temporadas.

Si su palmarés con sus respectivos clubes -Grupo Astur, Naranco, Ademar de León, Barcelona, Ciudad Real, Atlético de Madrid y Nantes- no tiene parangón con la selección tampoco. Ganó los campeonatos del Mundo del 2005 y 2013, el de Europa junior en el 2000, los Juegos del Mediterráneo en el 2005; fue plata en los el Campeonato de Europa del 2006 y bronce en los Juegos Olímpicos del 2008, el Europeo del 2000 y en el Mundial de 2011. Esta última medalla es tal vez la más valorada por Alberto por las circunstancias en las que se produjo. Para empezar compartió selección con su hermano Raúl y el campeonato se disputó pocos días después del fallecimiento de su madre, Mari Luz. Los hermanos decidieron jugar en homenaje a ella y tras ganar la medalla de bronce acudieron a la grada a abrazarse con su padre y con sus respectivas esposas en una imagen que dio la vuelta al mundo. En resumen: 6 Ligas, 3 Copas del Rey, 6 Copas Asobal, 3 Champions, 2 Recopas, 2 Mundiales y 1 bronce olímpico. Nadie puede decir lo mismo. Juan Carlos Pastor, seleccionador en el Mundial de 2005 en Túnez, el primero que gana España aseguró que "Alberto es el mejor jugador de la historia del balonmano español tanto técnica como tácticamente".

Pero también hubo momentos duros como cuando el seleccionador nacional Valero Rivera le dejó fuera de los Juegos Olímpicos de Londres. España realizó un mal papel y precisamente una de las claves señaladas por muchos fue la ausencia del lateral gijonés. Rivera reconoció posteriormente que esta decisión fue uno de los mayores errores de su carrera. Pero lo enmendó un año después cuando sí le convocó para jugar el Campeonato del Mundo que además se disputaba en España. La selección ganó tras una brillantísima final contra Dinamarca. Fue el momento elegido por Alberto para poner fin a su etapa con la selección. Sin embargo el apellido Entrerríos no se perdió en el equipo nacional porque Alberto entregó el brazalete de capitán a su hermano Raúl que todavía lo luce.

Toda su trayectoria se había desarrollado en los clubes españoles y Alberto decidió que quería vivir también la experiencia de jugar en el extranjero. Nantes fue el club elegido y en el que la pasada semana jugó su último partido como profesional y en el que ganó su último título, la Copa de la Liga. El anuncio de su retirada fue recogido en toda la prensa nacional con gran profusión de titulares y reportajes y en todos ellos se le definía como "el mejor jugador de la historia del balonmano nacional" y como la referencia para las nuevas generaciones.

Alberto quiere seguir relacionado con el balonmano y terminará el curso de entrenadores en el que curiosamente tendrá como uno de sus profesores a Alberto Suárez, el técnico que le formó y con el que dio los primeros pasos en el profesionalismo. También tendrá tiempo para su gran afición, la guitarra hasta el punto que desde hace algunos años tiene su propio grupo, "Semilla Negra" con el que ya dio algún concierto e incluso fue telonero de "Nacha Pop". Esta afición le dio su mote en la selección, Alberto "Rock and Roll" Entrerríos.

La familia también se verá beneficiada porque entre entrenamientos, constantes viajes con sus clubes, concentraciones con la selección y partidos internacionales no ha podido estar con ella todo lo que quisiera. Será también el momento de poder practicar otros deportes que le gustan pero hasta ahora no ha podido hacer como el surf o el esquí. Alberto se retira pero seguirá por muchos años en la memoria de los amantes del balonmano porque los viejos roqueros nunca mueren.

Compartir el artículo

stats