Benito Alonso, el cuponero de la ONCE que tiene su puesto instalado entre las escaleras 1 y 2 del Muro de San Lorenzo, se sabe de memoria por qué zonas se han distribuido los 250.000 euros que repartió en diez cupones. "Me siento muy bien por haber dado el premio, que además fue bastante repartido: tres cupones en Cimadevilla, dos vendidos en un bar de La Calzada, dos que han acabado en la subida a la Campa Torres (Jove) y otros tres vendidos en El Rastro", recita de memoria el trabajador de la ONCE, que, además de ejercer la venta en el Campo Valdés, los fines de semana se recorre el mercadillo dominical.

"Es una alegría inmensa, se trata de gente que siempre viene a por el cupón y al final lo han conseguido. Muchos estaban casi seguros de que lo iban a conseguir, y así ha sido", resalta orgulloso Alonso, que ayer no paraba de recibir felicitaciones. "No paran de felicitarme, aunque también hay gente que me dice que por qué no le di a ellos el cupón agraciado", manifestaba en plena vorágine de parabienes. Tras un año y ocho meses en la ONCE, Benito Alonso se muestra ahora optimista de cara al futuro. "Este premio es para seguir dando ahora más. Y nosotros (por él y por su compañera Elena Díaz) estamos dispuestos a ello", afirma. Elena Díaz se manifiesta todavía más expresiva. "Me siento estupendamente, muy feliz de haberlo repartido para mucha gente. Estoy en una nube y tengo una felicidad conmigo que no hay quien me lo pague", expresa.