Dorsales inteligentes, contadores de reciclaje, bicicletas para discapacitados o plantas luminiscentes. Las grandes ideas pueden llegar de mentes bien jóvenes. Así lo han demostrado el medio millar de alumnos que ha participado en la segunda edición del "Gijón Junior SmartKIDs", un evento que pone en marcha el Centro Tecnológico CTIC con el apoyo del Ayuntamiento y del Parque Científico y Tecnológico para "desarrollar competencias digitales vinculadas a la cultura digital y la innovación", señalan Miguel Ángel Acero y Lidia Parra, coordinadores del proyecto.

En el certamen han participado nueve colegios gijoneses: Jovellanos, La Corolla, Alfonso Camín, Clarín, Piles, Antonio Machado, Montedeva, Evaristo Valle y el IES Montevil, con el objetivo de desarrollar proyectos de futuro para la ciudad. Para ello, como señalan los responsables, han visitado empresas, conocido de cerca herramientas y creado grupos de trabajo colaborativos en los que cada uno ha dado lo mejor de sí mismo, para llegar a la presentación de ocho proyectos de "smartcity" que "podrían desarrollarse perfectamente para crear aplicaciones reales". Fruto de la iniciativa de los alumnos y gracias a la colaboración de 43 docentes ayer se presentaron ocho proyectos que ayudarían a mejorar la ciudad en diferentes ámbitos.

Así, los alumnos han pensado en lo interesante que sería contar con novedosas instalaciones de recogida de basuras a través de un sistema neumático que con un sistema de tuberías, de manera que pudieran transportar los residuos ya clasificados hasta el centro de reciclaje. También han discurrido un sistema de contadores inteligentes para saber cuánto recicla cada hogar, con sensores que además avisan cuando los contenedores están llenos y se deben vaciar.

El ámbito asistencial también se podría beneficiar de las iniciativas de los escolares, que han propuesto el desarrollo de un sistema de monitorización para administrar las medicinas a las personas mayores con una alerta a la farmacia cada vez que se les acaben los medicamentos; una camiseta-dorsal inteligente que controle las constantes vitales de los corredores y les advierta ante el riesgo de sufrir algún problema; una aplicación para que los deportistas conozcan en tiempo real las zonas de más contaminación perjudicial para las alergias, una bicicleta eléctrica inteligente para discapacitados que funciona con energía solar, un semáforo que detecta a los peatones cuando cruzan para evitar atropellos o un sistema de vigilancia de grandes aglomeraciones a través de drones. También hay quien ha pensado en la colocación de árboles y plantas luminiscentes que podrían sustituir a las farolas de las ciudades, con el consiguiente beneficio ambiental y ahorro energético.

Detrás de cada proyecto hay "un proceso de investigación y de propuestas tecnológicas", indica Miguel Ángel Acero, quien pone de relieve cómo los alumnos han sido capaces de "identificar retos y proponer soluciones" basadas en el mercado real. Todo un vivero de ideas para la ciudad del futuro. Construida desde ya por los más pequeños.