Ascensores Tresa ha adquirido a Sogepsa cinco parcelas en el polígono de Lloreda, que suman 11.500 metros cuadrados, donde proyecta construir una nueva fábrica de ascensores que triplicará el tamaño de la que actualmente tiene en el polígono de Porceyo. La inversión del proyecto asciende a unos 4 millones de euros, que la compañía gijonesa financiará fundamentalmente con recursos propios.

Tresa lleva dos años planteándose el salto que acaba de dar. La compañía, con 180 trabajadores y que este año facturará 19 millones de euros, está creciendo en ventas en España y en el extranjero. El 60% de su facturación depende de los 50 países a los que exporta.

El crecimiento del negocio ha dejado pequeña su nave de Porceyo, de 2.600 metros cuadrados. Ahora, la compañía va a levantar una fábrica de 7.000 metros cuadrados, triplicando sus actuales instalaciones fabriles y también va a duplicar el espacio para oficinas. Además, el proyecto prevé disponer de otros 2.000 metros cuadrados para zona de carga y logística básica.

Tresa será una de las primeras empresas que se van a asentar en el polígono de Lloreda. Sogepsa acaba de rebajar a menos de la mitad el precio que había puesto al suelo en ese polígono. Actualmente el precio es de 85 euros por metro cuadrado, con lo que la inversión en los terrenos por parte de la firma de ascensores se acercó al millón de euros.

La compañía gijonesa prevé tener perfilado el proyecto para construir la nueva fábrica a principios del otoño, para paliar el nivel de saturación al que ha llegado en Porceyo. Además de trasladar toda la maquinaria de su actual fábrica a la nueva, la compañía también adquirirá más bienes de equipo y prevé ampliar plantilla si mantiene su actual ritmo de crecimiento. Por lo que respecta a su nave en Porceyo, la empresa está estudiando un nuevo proyecto industrial ajeno a los ascensores, para fabricar productos intermedios del sector metal mecánico, ampliando así su cartera de clientes con nuevas lineas de negocio.

El empresario Gonzalo Suárez creó Ascensores Tresa 1983, que en sus orígenes se dedicaba al mantenimiento de ascensores. Se trata de una empresa familiar, que en 1992 dio un salto cualitativo al comenzar a fabricar ascensores con tecnología propia.