Rogelio Barata, de 78 años, falleció a primera hora de la tarde de ayer cuando paseaba por el puerto deportivo, a la altura del número 10 de la calle Rodríguez San Pedro. Según relataron testigos presenciales, el hombre caminaba solo cuando al parecer se sintió indispuesto, intentó apoyarse en un árbol y acabó desplomado al lado del carril bici. Un paseante que presenció los hechos procedió a realizarle maniobras de reanimación durante muchos minutos, hasta que llegaron los efectivos sanitarios, pero finalmente no fue posible hacer nada para salvarle la vida.

El suceso generó un gran revuelo en la zona, muy concurrida de paseantes a esa hora. Hasta el lugar en el que se desplomó el hombre se desplazó una UVI móvil, así como tres patrullas de la Policía Nacional.

Barata fue camarero durante toda su vida, y desempeñó su labor profesional a lo largo de 33 años en Casa Zarracina, local hostelero de toda la vida en Gijón en el que se jubiló en el año 2004, satisfecho de su tarea porque "era una alegría que la clientela marchara contenta, me sentía responsable del negocio", comentaba él mismo en un reportaje publicado por LA NUEVA ESPAÑA con motivo de su jubilación, en el que también confesaba su afición a los paseos por el Puerto Deportivo. El mismo escenario en el que ayer encontró la muerte de forma repentina. Su funeral es mañana en San José a las 13.00 horas.