Luis Fernando Sirgo Díaz, que durante décadas fue el único funcionario que trabajaba de cara al público en el Ayuntamiento de Gijón por las tardes, como conserje de la Casa Consistorial, falleció ayer en Gijón a los 77 años de edad, a raíz de una enfermedad.

Fernando Sirgo entró muy joven a trabajar en el Ayuntamiento, donde ejerció su labor desde antes de la vuelta de la democracia. Junto a él, también trabajaron en el ayuntamiento gijonés dos de sus seis hermanos. Popular y amable en el trato, según quienes tuvieron una relación cercana a él, era la cara visible del Ayuntamiento de Gijón por las tardes, de donde se jubiló hace 12 años.

Su capilla ardiente se encuentra en el Tanatorio de Cabueñes, donde hoy tendrá lugar un acto de celebración de la palabra, a las siete de la tarde, tras lo que sus restos serán incinerados.