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La unidad de mama de Cabueñes entra en un ensayo clínico para reducir la radiación

El radiólogo Germán Juan prevé aportar 10 pacientes al año para un estudio en el que están inmersos 46 servicios españoles

Germán Juan Rijo. LNE

El servicio de radioterapia del área sanitaria V ha entrado, junto con otras 45 unidades de toda España, en un ensayo clínico que quiere aportar más calidad de vida -o menos toxicidad, según se mire- a algunas pacientes con cáncer de mama. En el punto de mira del estudio, que prevé captar a 1.400 pacientes de las cuales podrían ser unas veinte gijonesas, está reducir el número de vaciamientos de las cadenas de ganglios axilares y también la radiación en dicha zona en aquellas pacientes convenientemente seleccionadas.

En concreto, esa posibilidad podría ofrecerse -si el ensayo clínico demuestra iguales niveles de beneficio- a las mujeres con cáncer de mama a las que, tras realizársele la prueba del ganglio centinela y siendo ésta positiva, se demostrase que tienen una baja carga tumoral axilar.

Al frente del estudio en Asturias está el radiólogo Germán Juan Rijo. La unidad de mama de Cabueñes es la única que aporta pacientes al ensayo multicéntrico nacional, al que se plantean entrar varios centros internacionales. "Cualquier ensayo que se hace busca mejorías que pueden ser en dos niveles: del control de la enfermedad, que se traduce en supervivencia, o en reducciones de la toxicidad o los efectos indeseados que pueden ir asociados a un procedimiento como puede ser la radioterapia", explica el doctor Juan, refiriéndose entre otros a los problemáticos edemas de los brazos donde ha habido un vaciamiento de ganglios linfáticos.

Juan recuerda que en el caso del cáncer de mama "la máxima de menos es más se cumple. Por eso se pudo pasar de cirugías muy agresivas a menos, y ahora tenemos, gracias a la radioterapia, la cirugía conservadora y no se hace por sistema la amputación del pecho". El ensayo clínico en el que está inmerso el servicio, y lo estará en los próximos años, lleva el nombre de Optimal y "viene a ser la optimización de la radioterapia a través de la valoración molecular del ganglio centinela".

La técnica del ganglio centinela, uno de los hitos de las últimas décadas en el caso de los tumores de mama, es el procedimiento por el que durante la cirugía de la mama se identifica, se extirpa y se examina el primer o primeros ganglios linfáticos de la cadena axilar para determinar si hay células cancerosas presentes. Esa información es la que ayuda al cirujano, en el mismo momento de la operación, a decidir opciones quirúrgicas.

Carga tumoral del ganglio

Hasta ahora, un resultado positivo derivaba en la mayoría de los casos en el vaciamiento de toda la cadena y la aplicación de radioterapia en la zona de la mama, de la axila y a nivel supraclavicular. "Lo que ocurre es que se ha visto que en las pacientes a las que les salía el ganglio centinela positivo y se las vaciaba, luego hasta en un 60% de los casos no había más ganglios afectados", lo que daría idea de que esas enfermas quizá podrían haber recibido menos radiación y evitado el vaciamiento.

La existencia de una técnica que ahora permite medir la carga tumoral del ganglio, unida a que diversos estudios que indican que cuando esa carga es menor de 15.000 copias la probabilidad de que el resto de los ganglios fueron a negativos llega a ser del 85%, ha llevado a los científicos a plantearse nuevos abordajes terapéuticos: como radiar la mama pero no sumar más radiación en la axila -porque se entiende que la dosis en el pecho llegaría también a los niveles bajos de la axila.

En la actualidad son cuatro las pacientes metidas en el estudio, el reclutamiento seguirá dos años y luego deberán controlar otros cinco años la situación de los pacientes para obtener resultados. "El cáncer de mama es un tumor muy frecuente y todos estámos concienciados en reducir la toxicidad en los tratamientos, hasta los mínimos que sean eficaces", explica Juan. Como ejemplo de esa concienciación el radiólogo reconoce que "se ha pasado a considerar que el linfedema (hinchazón del brazo donde hubo vaciamiento axilar) era un peaje a pagar por avanzar hacia la curación, a verlo casi como un fracaso de nuestro trabajo médico, y eso nos lleva a intentar evitarlo.

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