La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"La avalancha de refugiados sólo podemos encauzarla", señala Gil-Robles

Los dos expresidentes del Parlamento Europeo no creen que la UE esté fallando ante la crisis de los refugiados. "El primer país que tuvo un problema serio de inmigración y refugiados fue España en 2007 en Canarias. Y el vicepresidente de la Comisión recientemente dijo que hay que seguir el ejemplo español, cuando se colaboró con los países africanos del entorno", manifiesta Enrique Barón.

Gil-Robles expresa su opinión con claridad: "Esto es una avalancha y lo que intentas hacer es encauzarla lo mejor posible. Siempre son imprevistas, no se pueden controlar en absoluto. Se trata de con el tiempo ir dándoles entrada controlada y asentarlos; porque no es sólo que entren, no es sólo meterlos para que vayan a un semáforo a pedir, sino de educar a sus niños, darles trabajo... Y eso llevará un tiempo", opina. Barón cree que "hay que saber acoger a los refugiados, y en este caso el gobierno alemán de coalición presidido por Merkel, que no es de mi familia política, ha tenido un comportamiento político y ético ejemplar; y la Comisión con la propuesta de afrontarlo con el reparto está cumpliendo con su deber". En cuanto al polémico tratado con Turquía, "es un acuerdo de urgencia para taponar una situación y el primer interesado es el gobierno de Grecia".

Aún así, Enrique Barón sí censura con dureza el comportamiento de parte de Europa. "Lo que no puedo aceptar es la actitud de determinados países, sobre todo de algunos recién entrados, que piensan que Bruselas es un cajero automático y luego hacen en casa lo que les dé la gana. Tenemos que estar a las duras y a las maduras y hay que atender la emergencia de los refugiados. Y pensar en el futuro de Europa, con una demografía otoñal y necesidad de inmigración", expresa.

En muchos de los países que critica Barón ha crecido el apoyo a partidos populistas, de extrema derecha en algunos casos. "El populismo es como el colesterol en la sangre, que lo hay bueno y malo. El malo está prevaleciendo y hay que combatirlo. Pero hay que saber que la tentación populista está siempre ahí. En todo caso, la mayoría proeuropea es sólida en las instituciones y hay que combatir esas tentaciones del repliegue pasivo en casa porque son suicidas", sostiene Barón. Gil-Robles, por su parte, se muestra más tranquilo. "Son fenómenos esencialmente de épocas de protesta, pero como normalmente no proponen ninguna solución razonable, a la larga se desinflan. Por eso no me preocupa tanto", argumenta antes de poner el ejemplo de Grecia con Syriza: "Salió un gobierno populista, y consiguió pasar por una situación muy difícil para luego volver dentro de los márgenes europeos".

Compartir el artículo

stats