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Soledad Lafuente | Presidenta de la Federación rural "Les Caseríes"

"A la zona rural siempre se nos dedicó menos tiempo y presupuesto"

"Muchos dicen que somos ciudadanos de segunda, que pagamos impuestos y no tenemos los servicios de la ciudad"

Por la izquierda, Jesús Fernández, Manuel González Posada y Soledad Lafuente, integrantes de la junta directiva de la Federación de Asociaciones de Vecinos de la Zona Rural "Les Caseríes". JUAN PLAZA

"Nosotros sólo somos los continuadores de una historia que estaba muy trabajada". Soledad Lafuente es la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de la Zona Rural, conocida como "Les Caseríes", que fue fundada hace 35 años y representa a 25 parroquias. El miércoles recogerán la Medalla de Plata de la ciudad.

-La federación vecinos de la zona urbana recogió la medalla el año pasado y ahora les toca a ustedes.

-Nunca pensamos en ella. Es una responsabilidad que te hagan merecedor de la medalla y todo un honor que sea el propio Ayuntamiento, con el que estás trabajando, el que la entregue. Todos quedamos sorprendidos. Nunca pensamos en trabajar para que nos lo agradeciesen. Sólo hacemos lo que hacemos para mejorar las parroquias en las que vivimos.

-Acaban de cumplir 35 años.

-Han sido 35 años en los que han trabajado muchísimas personas. Nosotros sólo somos los receptores físicos de esa medalla, pero el trabajo viene de muchos años atrás.

-¿Los problemas de 1981 no tienen nada que ver con los de ahora?

-Había muchos problemas comunes en todas las parroquias. Eran tiempos de los alcaldes pedáneos, quienes decidieron reunirse y salió como resultado la federación. Nosotros sólo somos los continuadores de una historia que ya estaba muy trabajada. Ellos afrontaron los problemas más serios, todo estaba sin hacer en la zona rural. Eso no quita que aún queden muchas cosas por hacer, aunque ya es un trabajo más liviano y de organización. No es la reivindicación pura y dura de aquel momento.

-¿Qué necesidades había?

-Los caminos estaban sin asfaltar, no había saneamiento ni recogida de basuras, y nos faltaba el alumbrado. Eran problemas muy serios que poco a poco se solventaron, aunque aún hay asuntos pendientes.

-¿Y ahora?

-Pues en muchas parroquias no hay servicio de autobús, no llega internet y tenemos muchos problemas con los jabalíes. En la zona rural hay gente con pagas agrarias muy pequeñas que tienen sus huertos y que no pueden ponerse a cerrar fincas. Es un problema grave. También estamos luchando por el medio ambiente. Tenemos muchas parroquias en la zona oeste afectadas por la contaminación. Se ha creado una alarma ahora, pero este problema es ya muy añejo para "Les Caseríes".

-¿Hay relevo generacional en las asociaciones de rurales?

-No, no lo hay. Somos 26 parroquias y ése es uno de los retos. Nos gustaría que pasase como en La Pedrera, que renovó su directiva con gente joven. No pasa lo mismo en las comisiones de fiestas, en las que sí participan, pero no en el movimiento vecinal. Y nos hacen falta.

-También participan en las comisiones ambientales.

-Estamos representados en la comisión de Medio Ambiente municipal y la plataforma del Principado. Estamos consiguiendo cosinas, como que se conozca el problema. De todas formas, esas cosinas son muy pocas. Estos días ya hemos visto lo que pasó -nube negra en Aboño-. El Ayuntamiento está muy implicado y nos da confianza para encontrar un método con el que acabar con la contaminación. Entre comillas, claro, porque las grandes empresas siempre nos tendrán amenazados, aunque no nos pueden estar matando de esta manera.

-¿Responde a sus necesidades el Ayuntamiento?

-Responde como responde. Todos los problemas que tenemos los arrastramos desde hace muchísimos años. Se resuelven asuntos puntuales de algún camino, por ejemplo. Pero los problemas reales que tenemos llevamos años sufriéndolos y no hay visos de solución.

-¿Les pasa factura la inestabilidad del Ayuntamiento?

-Puede ser. Pero a la zona rural siempre se nos dedicó menos tiempo, menos presupuesto y menos de todo. Siempre escucho a la gente de las parroquias decir que lo que sobra en Gijón hace falta aquí. Antes se quitaban cosas de la zona urbana que nos podía hacer falta. Porque no hay bancos o parques infantiles, entre otras cosas. Muchos piensan que sólo se acuerdan de nosotros cuando en la ciudad está todo tranquilo, que somos ciudadanos de segunda.

-También dicen que son ciudadanos de segunda con impuestos de lujo.

-Y es verdad. Pagamos bastantes impuestos y no tenemos los servicios que tienen en Gijón. En la ciudad sales de casa y enseguida encuentras un contenedor de basura. Tampoco exigimos tener un cubo en la puerta de todas las viviendas, pero entre eso y tenerlos lejísimos hay una gran diferencia.

-¿Y el transporte?

-Tenemos mucha gente mayor que no tiene a nadie que los transporte ya que los jóvenes, al no poder construir aquí, se están yendo. Los ambulatorios están lejos, sobre todo en las parroquias más alejadas del núcleo urbano, y no tienen enlaces para ir al Hospital de Cabueñes. Dependen de los vecinos, de que los familiares suban para llevarlos. Creo que el bus rural no tiene que ser rentable, sino que debe dar un servicio. Pero no somos capaces de que el Ayuntamiento atienda esto. Tuvimos varios intentos con taxis y se avanzó bastante, pero se fue desinflando y al final terminó en nada.

-Otro asunto es el Plan General de Ordenación (PGO).

-Trabajamos mucho en él desde la primera encuesta. Estuvimos con el equipo director, nos reuníamos cada poco y, es más, pateamos toda la zona rural con ellos. Hicimos todos los deberes que nos pidieron y se remató con las alegaciones en mayo.

-¿Qué alegaron?

-Pedimos un mínimo de cinco viviendas para los núcleos rurales, cuyas distancias garanticen la funcionalidad del asentamiento, las condiciones topográficas y la red de caminos existente. Así el núcleo quedaría integrado sin problema en el entorno. Estas condiciones garantizarían que la gente pudiese seguir viviendo en la zona. Hay muchas fincas abandonadas y eso atrae a los jabalíes. La gente mayor ya no puede asumir las tareas de limpieza y la gente joven, como ya no vive aquí, no se implica. Nadie quiere masificar nada, solo mantener tradiciones familiares.

-¿Hay viviendas que se quedan fuera de ordenación?

-En su día obtuvieron la licencia pero ahora mismo quedarían fuera. Antes estaban en suelo no urbanizable y ahora se quedarían en genérico. Pedimos dotar al plan de una disposición transitoria que determine un plazo legal para la obtención de la licencia municipal. Así evitaríamos que muchas viviendas rurales quedasen fuera de ordenación.

-¿Hicieron más alegaciones?

-Sobre la protección de quintanas. Queremos que se señalen en los planos los asentamientos tradicionales o quintanas para que no desaparezcan. Creemos que al no figurar en el PGO se podrían perder. También estamos preocupados por los gallineros. Las aves de corral no figuran en el plan y estamos preocupados porque, de seguir así, quedarían fuera de ordenación. Otro asunto es la apicultura, una actividad que queda muy restringida. Queremos que se amplíe la norma para que tener colmenas no sea algo tan complicado.

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