"En vez de estar destruyendo empleo estamos creándolo, pero las cuentas de resultados van muy lentas y por lo tanto debemos ser cuidadosos al hablar de recuperación". José Luis Álvarez Almeida, presidente de Otea, asociación de los hoteleros y hosteleros asturianos, hizo ayer este diagnóstico del sector, del que viven 33.000 familias en Asturias y que representa el 10% del PIB regional. Otea celebró ayer en el Teatro de la Laboral una gala para entregar sus premios y diplomas de este año, los primeros tras la unificación de las asociaciones de hotelería y hostelería.

"En Asturias hay más de 12.000 empresas en el sector turístico y es complicado decir que las 12.000 se están recuperando. Lo que sí es cierto es que hay un cambio de tendencia, pero esto va poco a poco", agregó Álvarez Almeida.

Una tendencia que se acentuará. El presidente de Otea auguró una buena temporada veraniega antes las previsiones climatológicas favorables y la ausencia de conflictos; un verano con lleno en los hoteles en agosto, aunque aún no se hayan agotado las reservas, que "cada vez más se hacen a última hora". Una mejoría en el turismo que no tiene que ver con la de otras comunidades en la que la actividad turística es preponderante. En Asturias "el número de pernoctaciones está mejorando, pero no somos Baleares, que sube un 14%, nosotros estamos subiendo uno o dos puntos".

Donde aún se está resintiendo el sector es en lo que respecta al consumo interno: "Nos falta todavía algún grado de confianza; se necesita que la sociedad asturiana tenga esa confianza en la estabilidad política, que nos influye muchísimo; hasta que todos los asturianos no estemos pensando si vamos a trabajar o no en las empresas en las que estamos, esa confianza no calará", apuntó.

En el acto de ayer participaron 500 personas y sirvió para que la asociación reivindicara a su sector como "uno de los motores económicos" de Asturias. El presiente de Otea agregó que "si realmente los políticos creen que este sector tiene algo que decir en la economía asturiana, hay que pasar de las palabras a los hechos, metiéndolo en los presupuestos anuales de los distintos ayuntamientos".

El acto sirvió para poner en valor la labor que hacen "paisanos y paisanas que durante 30 o 40 años estuvieron al frente de sus negocios", como los 12 a los que se les entregó diplomas de honor: Servando López (Parrilla Cañal), José Riesgo (Pensión Riesgo), Manuel, Rogelio y Domingo Barreiro (Restaurantes La Flor de Galicia), Ricardo Vázquez (Hotel Picos de Europa), Celso Martínez (Camping Costa Verde), Rosario Fernández y José Antonio García (El Llagarón), Casimiro Vega (La Casona de Jovellanos), José María Campa Rúa: (Pulpería A Caldeira), Sabino Garrido (Hotel Restaurante Autobar), Jesús Ataulfo Blanco (Casa Ataulfo), Juan Luis Casero y María del Mar Aranda (Llagar Casa Juan) y Concepción Suárez (bar Sol y Sombra).

También se otorgaron otros 9 premios, entre ellos al Compromiso con la Cultura, al Café Dindurra, uno de cuyos socios, Fernando Castaño, dedicó el galardón "a la gente que ha elegido el Dindurra como lugar de encuentro para tertulias y exposiciones, algo que ya se hacía hace 115 años y nosotros quisimos mantener" tras la reforma del café. La pizzería gijonesa Las Candelas, la primera en abrirse en Asturias, recibió el Premio "Nunca Antes". Sus fundadoras, las hermanas María Bedolina y María Ángeles Ramos Ramos, que llevan 45 años regentando un negocio en el que ya trabajan tres generaciones de la familia, agradecieron "el reconocimiento a nuestra dedicación, una sorpresa que nos anima a seguir adelante".

El presidente de Otea echó en falta que no acudieran al acto todos los cargos públicos invitados que "cuando no vienen no están fallando al presidente de Otea, están fallando a estas personas que todos los días se levantan a las siete de la mañana, levantan las persianas y con sus trabajadores y sus familias sacan un negocio adelante".