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Polémica en torno a un concierto del verano gijonés

"Se sanciona una agresión verbal muy grande", alega Foro

El edil de Festejos no teme una demanda de Francisco porque la suspensión del concierto tiene "suficiente amparo jurídico"

Jesús Martínez Salvador, ayer, en un acto con la jefa provincial de Tráfico de Asturias, Raquel Casado. ÁNGEL GONZÁLEZ

Jesús Martínez Salvador, concejal de Turismo, Festejos, Deportes y Juventud y presidente de la empresa municipal Divertia, dio explicaciones ayer acerca de la decisión adoptada el jueves de suspender el concierto de Francisco en el teatro Jovellanos por su insultos a la política Mónica Oltra (Compromís).

"No es que haya un código ético escrito. La razón y el sentido común dicen lo que es admisible y lo que no, y lo que queremos dejar muy claro es que aquí no se está cancelando un concierto por una opinión política. Todas las opiniones políticas son válidas y respetables. Faltaría más. Y más en un ayuntamiento como el de Gijón, con seis grupos municipales diferentes con ideologías muy variadas. Lo que estamos sancionando aquí de alguna manera es una agresión verbal muy fuerte contra una persona, una falta de respeto muy grande", argumentó Martínez Salvador.

No oculta así que, aunque el soporte jurídico para la cancelación vaya por otros derroteros, el detonante fueron las polémicas palabras que Francisco dirigió a Oltra. "Sus declaraciones, a nuestro juicio muy desafortunadas, con las que faltó al respeto a una persona, motivaron la reunión extraordinaria y urgente de los miembros del consejo de Divertia para analizar la suspensión, en la que la decisión fue que se anulara", recalcó el concejal de Foro, que aseguró que hubo "unanimidad" en el sentir expresado por los consejeros, entre los que están representantes de todos los partidos.

Igualmente, Martínez Salvador no mostró temor ante la demanda anunciada por Francisco por la suspensión del concierto, organizado y costeado por él. El concejal señaló que, ante la ruptura con Francisco de la empresa que le representaba para este espectáculo y los riesgos de que se produjesen "concentraciones que pusiesen en riesgo la seguridad del cantante y el público", se decidió "que había el amparo jurídico suficiente para la anulación". El edil insiste en que "con esos informes jurídicos creemos que podemos rescindir el contrato sin que haya ningún tipo de consecuencia económica". Y añade: "Si el artista decide denunciar habrá un juicio y un juez decidirá, pero tomamos este paso con seguridad jurídica".

Tal y como ya había hecho a través de declaraciones, Francisco pidió ayer disculpas públicas por sus palabras hacia Mónica Oltra. Esta vez, con un comunicado en el que expresa que está "profundamente arrepentido de mis insultos", que fueron fruto de "mi desahogo por un momento de indignación personal". Tacha su propia actitud de "injustificable y totalmente reprobable". Y agrega: "No hay excusas, ante todo soy una buena persona y reconozco sin matices lo desproporcionado de mis palabras".

Asimismo, manifiesta su deseo de que se termine la polémica en torno a sus insultos, vertidos en internet. "Somos humanos y cometemos errores; yo he cometido un grave error irresponsablemente en Facebook y estoy sufriendo por ello. Espero y deseo zanjar este asunto de una forma cordial y amistosa", sentencia.

Resaca en Altea

Entretanto, Francisco actuó ayer en Altea (Alicante) en un concierto benéfico en favor de una asociación protectora de animales ("Peluts d'Altea"). Curiosamente, el alcalde de la población alicantina, Jaume Llinares, pertenece a Compromís, siendo compañero de partido de Mónica Oltra. Sin embargo, el Ayuntamiento cedió allí sin problemas el Palau de Altea para que actuase el conocido cantante.

Si bien, el alcalde se desvinculó ayer del evento al asegurar que el concierto se ofrecía en un establecimiento "de gestión privada", pero la empresa encargada, Olympia Metropolitana, lo rebatió al afirmar que, en el caso del concierto de ayer, se trataba de una cesión del ayuntamiento a la ONG y que el concierto en ningún caso había sido programado por la empresa. De hecho, agregó la firma, ésta "sólo se ha ocupado del apartado técnico". Esta misma versión fue corroborada por la ONG "Peluts d'Altea".

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